Capitulo 1

58 6 2
                                    

Cartas a Saori

.

1

El ponente extranjero

.

Santuario, Atenas

Grecia

La gente iba y venía recorriendo las ruinas de las doce casas haciéndose fotos aqui y allá en el mirador, mientras una joven de cabellos lila trataba de abrirse paso entre la multitud dirigiéndose con pasos rápidos a la escalera central deseosa por dejar a la congregación atrás. Apenas logro ir escaleras abajo, Saori se giro observando con nostalgia el que fuera su recinto sagrado.

—El templo de Atena ahora es un lugar bullicioso donde es casi imposible andar con libertad —la joven lanzó un largo suspiro descendiendo desde la casa de Aries hasta la entrada alejándose con paso rápido al mismo tiempo que Tatsumi corría detrás de ella.

—¡Señorita, espéreme!

—Debemos darnos prisa —Saori se colocó su sombrero, acomodó su bolso y emprendió la marcha—. Shaina nos espera en Atenas para darnos los reportes de actividades antes de dirigirnos a nuestro siguiente destino.

—¿Está considerando seriamente el viaje a Noruega? —preguntó el mayordomo abriéndose paso con dificultad entre las personas— Las ponencias serían beneficiosas para la Fundación, es cierto, pero luego de estos días ajetreados en Grecia, ¿no sería mejor irnos a casa? —dijo casi suplicante.

—Había pensado en volver a Oriente cuanto antes, pero, como bien dices, asistir a esos seminarios nos vendrá bien para renovar nuestra plantilla de inversionistas. Démonos prisa, este lugar se abarrota más y más.

Tras alejarse lo suficiente del territorio del Santuario, se encontraron con Shaina en una residencia que Saori había arrendado para pasar esas dos semanas en Grecia. La amazona de cobra ahora estaba a la cabeza del proyecto de apertura del Recinto sagrado al público, desde hacía unos seis o siete años, y daba actualizaciones a la aún diosa cada tanto tiempo.

Apenas la joven del cabello verde se retiró de ahí, Saori se tomó un tiempo en la terraza analizando si realmente era buena idea acudir a las ponencias en Oslo. Se le había invitado de forma recurrente estos dos últimos años rechazando dichos eventos, hasta que, finalmente, terminó por acceder.

—Si, estas actividades serán beneficiosas para la fundación... —se repetía autoconvenciendose mientras revisaba el programa por encima sintiéndose tentada a declinar la invitación, sin embargo intentó animarse un poco y hacer un poco de terapia ocupacional.

Tratando de no pensar más en eso, se retiró a su estudio para trabajar en su ponencia el resto de la tarde y un poco más del día siguiente hasta que llegara el momento de prepararse para viajar al país nordico.

.

Oslo, Noruega

Varios años después de la batalla de Asgard

.

El país nordico la recibió aquella calurosa y fresca tarde de verano. La joven empresaria se tomo aquel día para intentar recorrer un poco la ciudad sin conseguirlo pues, el equipo de organizadores la esperaban para una pequeña cena de apertura y dar inicio al primer día de ponencias a la mañana siguiente. Cena a la que no acudieron todos los ponentes pues, unos cuantos, aún faltaban por llegar.

La balada de Saori y FreyrDonde viven las historias. Descúbrelo ahora