Capítulo 6

35 2 4
                                    

Cartas a Saori

.

6

Noches en Bergen

parte 1

.

Asgard

Días después

Esa tarde Freya y Freyr se encontraban en una de las salas de estar de su casa descansando por un momento. Esa sala tenía bellos tapices decorando las paredes de piedra gris, un mueble con algunas antigüedades estaba a la izquierda opuesta de la habitación, en el centro estaban las dos sillas que los ocupantes de la casa usaban con frecuencia y, sobre este mueble rústico de madera, colgaba una pintura que mostraba a los hermanos con ambos padres.

Freyr estaba en el lado izquierdo inferior de la pintura, tendría unos diez u once años, a su derecha se veía a su hermana de ocho años. Arriba de Freya estaba posicionada Gerda, la mamá de ambos, quien fuera en vida una bella joven, de largos cabellos color arena y ojos verdes, que falleció no mucho después de que esa pintura fuera realizada seguida de su esposo. El Consejero Njord, padre de los hermanos, estaba al lado izquierdo de su mujer, justo arriba de Freyr, un hombre unos diez años mayor que su esposa, de cabellos rubios rizados y ojos verdes quien murió no mucho después de ella.

La gente decía que al consejero Njord se lo llevó la tristeza.

Freya miraba el cuadro con nostalgia lanzando un largo suspiro. Aún los extrañaba, sobre todo a su mamá con quien tuvo una relación muy estrecha heredando de ella diversos objetos que le pertenecieron.

—Hermano —dijo ella de pronto— ¿quisieras montar a caballo un rato? Hay que aprovechar los días soleados que aún tenemos antes de la llegada del invierno.

—Me agrada la idea —Freyr lanzo una sonrisa a la joven levantándose—, vamos. Hace tiempo que no salgo a montar.

Las caballerizas estaban ubicadas en la parte trasera de la casa, el hogar de los Folkvangr tenía algunas personas a su servicio quienes atendían las necesidades del hogar así como el cuidado de los caballos. Tenian tres caballos fiordos a su disposicion; el caballo propiedad de Freyr tenía el crin cortado con estilo "cresta de dragon" en color blanco, el de Freya el crin negro y el último era color bayo en su totalidad.

Ambos se prepararon con ropa adecuada para el paseo saliendo de casa minutos después.

Cabalgaron rumbo hacía el noreste, hacía los vastos bosques de Vanaheim ubicados a varios de kilómetros de su hogar, acercándose al área del único lago que se extendía varios metros delante de ambos. Los hermanos se detuvieron en una de las orillas mirando con nostalgia ya que ese sitio en particular estaba lleno de memorias para ambos.

—Recuerdo mucho cuando papá nos traía aqui luego de montar durante varias horas —dijo Freya lanzando un largo suspiro.

—Lo recuerdo. Decía que venir al lago le daba paz y más cuando los cuatro cabalgabamos hasta aquí para gozar de los bosques, el silencio y la bella vista.

Las altas montañas de Helheim se alcanzaban a ver desde su posición luciendo hermosas a pesar de que la zona tenía muy mala fama. Ambos bajaron de sus caballos tomando asiento por un momento en una zona verde bajo los altos pinos mirando hacía el lago.

—¿Odr te ha invitado a pasar la tarde en su casa? —preguntó Freyr dedicando una mirada afectuosa a su hermana.

—Si, vamos los dos. Te mostraremos la casa que están construyendo para nosotros.

La balada de Saori y FreyrDonde viven las historias. Descúbrelo ahora