KARMACOMA- Alec Hardy x Bill Masters

Capítulo 6

Los truenos retumbaban en toda la habitación, la tormenta había crecido notoriamente, mientras que los hombres que yacían en aquel lugar se quedaban quietos decidiendo qué hacer. Ninguno de ellos había dicho alguna palabra al respecto, la situación era un poco incómoda. Ambos habían tenido un día pesado y lo único que buscaban era descansar, aislarse de cualquier ser vivo y detenerse a pensar en toda la información que habían recibido ese día, pero lo que no contaban es que el destino los volvería a unir.

El detective deseaba descansar de una vez por todas, estaba agotado y abrumado por todo lo que había presenciado ese día, lo menos que quería era tener que lidiar con otra cosa en ese momento y vaya que lo haría al darse cuenta que compartiría habitación con el doctor William Masters. No podría ni siquiera relajarse un poco al saber que Bill le acompañaba. Pero después de todo, él se había metido en esa situación.

— Bien, tomaré el sofá — Exclamó Alec mientras se sentaba en él y se frotaba perezosamente el cuello, que le dolía por sentirlo tenso.

— De ninguna manera, quédate en la cama, yo tomaré el sofá, se ve que lo necesitas más que yo — Bill exclamó mientras colocaba sus cosas en aquel sofá.

— No es justo, tú pagaste la habitación, tienes el derecho de conservar la cama — Alec se recostó sintiendo como el sofá era terriblemente incómodo. Mierda.

— Estás tenso, necesitas una superficie suave, además, si yo pagué la habitación tengo derecho a elegir donde dormir — Bill se acercó al detective, observando la incomodidad de este.

— No aceptaré tu oferta Bill, he dormido en lugares peores — exclamó él detective fingiendo que estaba cómodo en aquel sofá.

— ¿No olvidas que soy doctor? Dormir en lugares menos cómodos es mi gran habilidad, así que insisto, toma la cama.

— No dejaré que duerma en este sofá.

— ¡Y yo no dejaré que duerma en él! — gruñó— Carajo Alec, sí que eres terco — exclamó el doctor con molestia.

— ¡Bien, al carajo! Entonces porque no dormimos en la misma cama para que dejes de joder — Alec se levantó del sofá para tomar el lado derecho de la cama, su mal humor estaba regresando al notar su cuello cada vez más tenso.

— Ya, tranquilo — suspiró — No quería molestarte, es obvio que ambos tuvimos un pésimo día, solo quería que estuvieras cómodo — Bill observó como el detective regresaba masajear su cuello con molestia — ¿Te duele el cuello? Puedo revisarlo si quieres.

— Bill, no lo hagas. Solo quiero descansar — El detective exclamó cansado mientras les daba la espalda al doctor.

— Vamos, déjame ver. Puede ser una contractura, puedo ayudarte y así descansarás mejor — Bill se acercó a Hardy por la espalda y empezó a masajear sus hombros por encima del saco que aún llevaba consigo.

Alec quería alejarse, pero debió aceptar que sintió un alivio al recibir el masaje por parte del doctor, así que no tuvo otro remedio más que aceptar el gesto de Bill.

— Quítate el saco — Bill deslizó con cuidado la prenda por sus hombros, mirando el cuello delgado de este, deseaba poder besarlo — Voy a sentir tus músculos, espero que no sea problema para ti.

— ¡Por dios santo! haga lo que sea necesario — exclamó Alec con molestia, su respiración se tornó agitada mientras que el doctor buscaba la tensión de su cuello. Al detective le había resultado relajante aquel masaje al mismo tiempo que  se sentía apenado por la situación, pero su dolor era muy fuerte como para ignorarlo.

Alec soltaba algunos gruñidos y jadeos al sentir como el dolor estaba desapareciendo poco a poco.

— Ya lo sentí, es una contractura. Voy a tener que poner las cosas en su lugar, solo que necesito poner mis manos por debajo de su camisa para facilitar el proceso — Bill estaba esperando no poner en una posición nerviosa al detective, temía que cualquier impulso llegara arruinar el momento.