KARMACOMA- Alec Hardy x Bill Masters

Capítulo 11

Era viernes por la tarde y el cielo tronaba como si fuera a caerse, se acercaban las últimas lluvias del verano y era evidente que una tormenta se aproximaba.

Masters estaba en la parada de autobuses, esperando el último servicio que lo llevaría a casa. Tras terminar su guardia en el hospital, finalmente podría descansar. Había pasado gran parte de la semana ensimismado, apenas logrando enviar un mensaje a Alec para saber cómo estaba. Se sentía abrumado por todo lo que había sucedido y solo deseaba hablar con Alec sobre lo ocurrido el viernes pasado para aclarar las cosas. Esperaba poder hacerlo pronto.

"¿Lo llamaré?" "No me ha llamado en la semana, supongo que necesita tiempo" "Cuánto extraño a mi Alec"

Antes de que se diera cuenta, el autobús que esperaba pasó de largo a toda velocidad, ignorando por completo la parada donde estaba el doctor.

— ¿Es enserio? ¡Hey, idiota! ¡Espera! — Bill gritó mientras intentaba alcanzar el autobús, pero fue inútil.

"Menudo día de mierda"

El cielo insistía con los truenos mientras Bill sentía ligeras gotas caer por su rostro. Justo cuando estaba a punto de maldecir en voz alta, vislumbró el auto de Hardy acercándose a lo lejos, que finalmente se detuvo frente a él.

— ¿Te llevo? — Alec exclamó en cuanto bajó la ventanilla.

— No hace falta, puedo esperar otro autobús, no te preocupes — respondió tratando de ocultar su reciente enojo.

— Me parece que ese fue el último autobús en salir y una tormenta se acerca. Además, tienes a tu chófer de confianza — aquel comentario hizo sonreír al doctor — Sube, yo te llevo. Quiero hablar contigo.

— ¿Escuché bien? ¿Mi chófer de confianza? Eso suena bien.

— Cállate y entra — el detective rio mientras dejaba entrar a su doctor.

Condujeron en silencio por unos instantes, no sabían en qué situación se encontraban, hasta que Hardy decidió romper el silencio.

— ¿Qué tal tu semana? Parece que estuviste ocupado.

— Fue algo cansada, pero ya cumplí con mi guardia de la semana. ¿Y tú? Creo que también estuviste ocupado.

— Ya sabes, corrigiendo reportes y haciendo corajes por la estupidez humana... lo usual — Bill soltó una risita.

No sabían cómo iniciar la conversación. A pesar de ser adultos, eran sorprendentemente torpes al hablar sobre estas situaciones. Temían parecer exagerados o intensos, pero así habían aprendido a lidiar con sus problemas a lo largo de sus vidas.

— Lo siento — exclamaron al unísono.

— Espera ¿Tú por qué te disculpas? — Bill lucía confundido.

— y ¿tú por qué te disculpas? — Alec le miró igual.

— Alec, ¿puedes parar el auto? Me pone nervioso que desvíes la mirada.

Fue así que Hardy se estacionó en un mirador cercano a la carretera.

— Yo... — Bill comenzó

— Yo lo decía por...— Alec también exclamó segundos después.

— No, mejor tú empieza — Bill se volteó a dirección de Alec.

— Mejor tú — Alec imitó su gesto.

— Bien — Bill suspiró — Alec, lamento haberme comportado como un maldito caliente durante la cena, sé que fui algo insistente y sugerente y te pido una disculpa si llegué a ser imprudente contigo hasta cierto punto. No creas que no tomo en serio tu palabra de "ir más lento" la verdad lo siento si te hice sentir incómodo. No quiero que pienses que solo quiero tener sexo contigo, bueno, no es que no quiera, si quiero, pero quiero estar bien contigo solo que...