1. Boyfriend?

81 8 0
                                    

Hyunjin estaba en un grandísimo dilema, él estaba próximo a entrar nuevamente a la universidad su padre le cortó la ayuda económica al enterarse que no deseaba estudiar la carrera de abogacía o leyes. Él deseaba entrar a diseño de moda, pero no tenía con qué pagar la colegiatura. Trabajó lo más que pudo en las vacaciones intersemestrales y después de graduarse pero no logró la suma correspondiente.

Su mejor amigo y roomie Chan le ayudó mucho, pero sabía que él tenía sus propias cosas con más que lidiar, él recibía todo el apoyo de sus padres, iba en la mitad de la carrera y él…

Bueno, lo conoció de casualidad en el trabajo en Vogue, él era un modelo y Chan era un pasante de publicidad.

—No te preocupes Hyunjin, puedes esperar un semestre más ¿Cierto? O puedes pedir un préstamo en la misma universidad y pagar cuando termines o trabajar durante el semestre y pagarlo después —dijo Chan, acarició el hombro de Hyunjin con cuidado.

—Pero tendré que aplicar de nuevo, ¿si habrá alguna posibilidad? —respondió Hyunjin, cabizbajo suspiró.

—Siempre las hay. Además, tu experiencia en Vogue te ayudará a ganar muchas cosas —dijo Chan con tono de compresión—. Disfruta el proceso, no sabes lo que te estás perdiendo por estar enfocado en cosas que tendrán solución de manera eventual.

—Chan, no entiendes.

—Hazme entender entonces.

Hyunjin quiso llorar al contarle cómo se sentía porque su familia no deseaba saber nada de él por no estudiar la carrera familiar, trabajar en una firma de abogados, no disfrutar su vida como diseñador de modas o modelo. Debía demostrar que estaban equivocados acerca de su carrera, su decisión de ser feliz.

Chan lo acunó en sus brazos al verlo llorar.

—De verdad que te entiendo, pero debes ser feliz para atraer las cosas Hyun. Trabaja duro por conseguir el objetivo pero no te pierdas en ello —dijo Chan, acarició su espalda suavemente—. Todo se solucionará, ya lo verás.

Las palabras de Chan le fueron muy reconfortantes.

Lloró por horas porque no se había dado el tiempo para hacerlo en esos dos meses y medio.

Después de descansar de su purga emocional, decidió ir a la cafetería favorita de Chan.

Bueno, era su favorita por el barista que trabajaba ahí, era un chico muy peculiar, pelinegro, tierno, con su cabello negro y un mechón decolorado rubio, una sonrisa que podía matar a cualquiera de cariño.

Un día, le preguntó su nombre. Su amigo no se atrevió en ningún momento por miedo a ser rechazado, pero al otro se le notaba algún tipo de interés.

Se acercó a él para poder hacer su pedido y pagarlo.

Se saludaron tan cordialmente que ya estaba mezclado con un poco de camaradería.

—Hoy llevaré las galletas favoritas de mi Chanie, su pedido de café —dijo Hyunjin, intentó darle un poco de celos el otro—. Para mí, un té de hierbabuena frío, un pastel de chocolate. Todo para llevar.

—Listo, Hyunjin. Entonces, un café americano con canela, galletas de vainilla para Chan ¿correcto? —preguntó el chico, tecleó en la computadora para agregar los productos y cobrar—. Serían 23,400 wons.

Hyunjin pasó el dinero.

—Gracias Jeongin.

—En cinco minutos tendrás tu pedido listo.

Se sentó en una mesa cercana, observó cómo Jeongin le puso mimo a su pedido, sintió mucha ternura, bajó la vista a su teléfono y le envió un mensaje a Chan, le dijo que le tenía una sorpresa y él solo le envió diversos emojis que le hicieron sonreír un poco.

Su atención a su teléfono se vio dispersa gracias a que alguien movió un asiento frente suyo para posicionarse ahí mismo.

—Hola príncipe.

Esa voz, esa presencia y la persona lo agitaron y colocaron ansioso en partes iguales, pensó que no lo vería después de graduarse de la escuela, no le agradaba de a mucho.

Siempre le hizo burla por ser diferente, por tener personalidad, por quedar bien con los de su alrededor, por figurar y para poder estar rodeado de gente tan hueca como él parecía ser.

—¿Qué quieres Changbin? —preguntó Hyunjin, su molestia fue notoria.

—Necesito que seas mi novio —dijo Changbin sin rodeos, se escuchó algo de molestia en su voz.

Hyunjin casi dejó caer su celular de sus manos, vio incrédulo a su ex compañero de clase, esperó a que reira, que quizás salieran los demás idiotas de su círculo tomando video de la reacción que tendría, pero eso no pasó.

Se vio más serio de lo que él pensaba.

—Es una broma ¿Cierto? —dijo Hyunjin con gesto cansado, guardó su teléfono con desagrado—. Jamás en la vida sería tu novio, tendrían que pagarme.

—Si eso quieres, lo haré. Dime el precio.

El pulso de Hyunjin se aceleró, sus orejas se pusieron rojas de la rabia y la impresión. Se sintió en una situación tan irreal y poco probable que se le revolvió el estómago.

Lo pensó bien.

—¿Por qué yo? —preguntó Hyunjin incrédulo.

—Porque, tú Hwang Hyunjin eres hijo de una de las personas que más afecto tiene mi padre. Así que, usé eso a mí favor.

—Creo que te equivocaste de Hwang —dijo Hyunjin, se abstuvo de rodar sus ojos.

—No, por favor ayúdame Hyunjin —pidió Changbin un poco exaltado—. Escucha, mis padres quieren que tenga a alguien a mi lado porque últimamente he estado un poco… promiscuo. Les dije que salgo contigo pero que no queríamos concretar nada.

—Dios mío, serás idiota —dijo Hyunjin, colocó su brazo en la mesa cerca suyo y miró retador al otro.

—Hwang te daré el dinero que quieras, te quedaré debiendo un favor —pidió Changbin de nuevo—. Cariño…

—Estoy esperando que Minho salga con la cámara escondida —dijo Hyunjin, se apartó del otro—No me digas de esa manera.

—Hyunjin…

—Arreglatelas solo.

Antes de que Changbin pudiera decir algo más Hyunjin se levantó de la mesa, Escuchó que Jeongin reiteró el llamado de su nombre para que tomara su pedido, le sonrió al barista.

—Espero que tu novio lo disfrute —dijo Jeongin, con una sonrisa amable.

—No es mi novio, pero gracias —respondió Hyunjin divertido.

Vio la sonrisa animada de Jeongin.

Al voltear notó a Changbin detrás de él.

—Innie, dame un americano para llevar —dijo Changbin con una sonrisa amable dirigida al chico.

—Ya sale Bin —respondió Jeongin enseguida.

Hyunjin se sorprendió por el trato cercano de esos dos, no quiso preguntar nada.

Mucho menos, cuando Changbin colocó su número de celular en su mano en papel cuidadosamente doblado.

Al salir, intentó deshacerse del papel.

Solo tenía que soltarlo y dejarlo caer, olvidarse del asunto y seguir con su vida.

No pudo hacerlo, lo guardó en uno de los bolsillos de su abrigo y siguió su camino aventurandose en la noche, ignorando que desde su lugar Changbin lo vio con triunfo.

Amor en contrato~HyunbinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora