**Título: Un bebé para la CEO**

**Capítulo 16: Preparativos para la Llegada*

**Capítulo 16: Preparativos para la Llegada**

Las semanas posteriores a la boda fueron un torbellino de emociones y preparativos. Kara y Lena, ahora casadas, se embarcaron en una nueva etapa de sus vidas: la espera de la llegada de su bebé. La emoción de convertirse en madres llenaba su hogar con una energía renovada, y cada rincón del penthouse estaba impregnado de sueños y expectativas.

Una tarde, mientras el sol se filtraba a través de las ventanas, Kara y Lena decidieron que era hora de preparar el cuarto del bebé. Habían estado hablando sobre cómo querían que fuera el espacio: un lugar acogedor, lleno de amor y calidez.

—He estado pensando en la paleta de colores. —dijo Kara, sosteniendo un par de muestras de pintura—. Me gustaría algo suave y tranquilo, tal vez un azul claro combinado con blanco.

Lena asintió, visualizando el espacio. —Eso suena perfecto. Quiero que el cuarto sea un refugio, un lugar donde el bebé se sienta seguro y amado.

Ambas comenzaron a planificar el diseño del cuarto, creando una lista de elementos esenciales que necesitarían: una cuna, un cambiador, estanterías para libros y juguetes, y por supuesto, un rincón para la lactancia. La idea de transformar el espacio en un santuario para su hijo las llenaba de alegría.

—¿Qué piensas de añadir algunas decoraciones temáticas? —sugirió Lena—. Podríamos incorporar algunas estrellas y nubes en las paredes.

Kara sonrió, sintiendo que la idea era encantadora. —¡Sí! Podría ser un cielo nocturno. También podríamos colgar algunas luces suaves que imiten estrellas.

Con un plan en mente, se dirigieron a una tienda de artículos para bebés. Al entrar, se sintieron abrumadas por la cantidad de opciones, pero también emocionadas por la posibilidad de elegir cada detalle para su pequeño.

—Mira esto. —Kara dijo, señalando una adorable cuna blanca con detalles en madera—. Es perfecta.

Lena se acercó y examinó la cuna. —Sí, es hermosa. Imagina a nuestro bebé durmiendo aquí.

Mientras exploraban la tienda, cada artículo parecía contar una historia. Desde los suaves peluches hasta los coloridos libros de cuentos, cada elección se sentía significativa. La pareja se tomaba su tiempo, disfrutando de cada momento.

Finalmente, después de horas de elegir y decidir, regresaron al penthouse con una gran cantidad de compras. La habitación del bebé estaba lista para ser transformada.

—No puedo esperar para empezar a pintar. —dijo Lena, mirando las muestras de pintura que habían elegido.

—Vamos a hacerlo juntas. —respondió Kara, sintiendo que el trabajo en equipo fortalecería aún más su conexión.

Al día siguiente, se pusieron manos a la obra. Con música suave sonando de fondo, comenzaron a preparar el cuarto. La pintura se aplicaba con cuidado, cada brochazo lleno de amor y expectativas.

—Este es un paso tan importante. —dijo Kara mientras pintaba—. Cada vez que miro esta habitación, me doy cuenta de lo real que se siente todo.

Lena sonrió, sintiendo que el momento era especial. —Sí, es como si estuviéramos creando un hogar para nuestra familia.

Después de un par de horas de trabajo, el cuarto comenzó a tomar forma. Las paredes eran ahora de un suave azul claro, y ambas se sintieron satisfechas con el resultado.

—¡Mira cómo brilla! —exclamó Kara, mirando a su alrededor—. Está lleno de luz y amor.

Una vez que la pintura se secó, comenzaron a organizar los muebles. La cuna fue colocada en una esquina, mientras que el cambiador se ubicó cerca de la ventana, donde la luz natural lo iluminaba.

—Ahora solo falta la decoración. —dijo Lena, sintiéndose emocionada por la siguiente etapa.

Pasaron los días decorando y organizando el espacio. Colgaron cuadros de nubes y estrellas en las paredes, y colocaron un suave moño en la cuna. Cada pequeño detalle se sentía como una promesa de amor y cuidado.

Kara se detuvo un momento para admirar su trabajo. —Es perfecto. No puedo esperar a que nuestro bebé esté aquí.

Lena la miró, sintiendo una oleada de emoción. —Y cuando llegue, sabrá que es amado. Este cuarto es solo un pedazo del hogar que le estamos creando.

Con la habitación casi lista, decidieron añadir un toque personal: un álbum de fotos que documentara cada paso de su viaje como madres. Comenzaron a imprimir las fotos de su boda, de los momentos compartidos, y de los días en que habían recibido la noticia del embarazo.

—Esto será un recuerdo hermoso para nuestro hijo. —dijo Kara, mientras colocaban las fotos en el álbum—. Quiero que sepa de dónde viene y cuánto amor lo rodea.

Lena asintió, sintiendo que cada acción que tomaban fortalecía su vínculo. —Es una manera de conectarlo con nuestra historia.

Finalmente, el día llegó en que terminaron de decorar el cuarto. Miraron a su alrededor, sintiendo que cada rincón estaba impregnado de amor y sueños.

—Lo hemos hecho. —dijo Lena, sintiéndose orgullosa.

Kara sonrió, sintiendo una mezcla de felicidad y paz. —Sí, hemos creado un lugar especial.

Mientras estaban allí, un sentido de realización las envolvió. Sabían que, aunque el camino por delante podría tener desafíos, también estaba lleno de bendiciones.

Al final del día, se sentaron en el sofá de la sala, exhaustas pero felices. Se tomaron de las manos, sintiendo la conexión que las unía más que nunca.

—Estoy lista para todo lo que venga. —dijo Lena, con determinación.

—Yo también. —respondió Kara, con una sonrisa—. Juntas, podemos enfrentar cualquier cosa.

Y así, rodeadas de sueños y esperanzas, ambas mujeres supieron que estaban preparadas para recibir a su pequeño, y que el amor que compartían sería el ancla que las guiaría en esta nueva aventura.