**Capítulo 15: El Día del Matrimonio*"

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**Capítulo 15: El Día del Matrimonio**

El gran día finalmente había llegado. El sol brillaba intensamente en el cielo azul, iluminando la ciudad y llenando el ambiente de una energía vibrante. En el penthouse, la emoción era palpable. Kara, Lena y Andrea se movían de un lado a otro, ultimando detalles y disfrutando de cada momento.

Kara se miró en el espejo, sintiendo que el vestido que llevaba puesto era un reflejo perfecto de su amor y de la nueva vida que estaba a punto de comenzar. Era un vestido sencillo, pero el encaje y la suavidad de la tela lo hacían especial. Su corazón latía con fuerza mientras pensaba en lo que significaba este día.

—Te ves increíble. —dijo Andrea, mientras ajustaba un mechón de cabello de Kara—. Vas a deslumbrar a todos.

Kara sonrió, sintiendo que la calidez de las palabras de Andrea la envolvía. —Gracias, Andrea. No podría haber llegado hasta aquí sin tu apoyo.

En la sala contigua, Lena se estaba preparando, sintiendo una mezcla de nervios y emoción. Se miró en el espejo, ajustando su vestido, que era un poco más audaz y lleno de color. Sabía que cada detalle reflejaba no solo su estilo, sino también su amor por Kara.

—¿Listas? —preguntó Andrea, entrando en la habitación y mirando a ambas.

—Listas y emocionadas. —respondió Lena, sonriendo de oreja a oreja.

Las tres compartieron risas y abrazos, sintiendo que el amor que las unía se fortalecía con cada momento que pasaban juntas. Finalmente, llegó el momento de salir hacia el lugar de la ceremonia: un hermoso jardín lleno de flores, con una vista espectacular de la ciudad.

Al llegar al lugar, la decoración era mágica. Las flores en tonos melocotón y rosa pálido adornaban cada rincón, y un suave aroma llenaba el aire. Las sillas estaban dispuestas en hileras, y la música suave de fondo creaba una atmósfera romántica.

Kara sintió que su corazón se aceleraba mientras caminaba hacia el altar. Allí, frente a ella, estaba Lena, radiante y hermosa, con una sonrisa que iluminaba el lugar. El momento parecía sacado de un cuento de hadas.

Cuando se encontraron, el mundo a su alrededor se desvaneció. Lena tomó las manos de Kara, sintiendo una conexión profunda. —No puedo creer que este momento finalmente esté aquí.

—Yo tampoco. —respondió Kara, sintiendo que las lágrimas comenzaban a asomarse en sus ojos—. Estoy tan feliz de estar a tu lado.

La ceremonia comenzó, y cada palabra del oficiante resonaba en sus corazones. Hablaron sobre el amor, la familia y la unión, recordándoles a todos los presentes la belleza de la conexión que estaban formando. Cada invitado, desde amigos cercanos hasta familiares, sentía la emoción en el aire.

Cuando llegó el momento de intercambiar los votos, Lena sonrió, sintiendo que cada palabra que había escrito era un reflejo de su amor. —Kara, prometo apoyarte y amarte en cada paso de este camino. Estoy aquí para ti, hoy y siempre.

Kara, con la voz temblorosa de emoción, respondió con sus propios votos. —Lena, prometo ser tu compañera y tu apoyo en todas las circunstancias. Te amo por quien eres, y estoy emocionada de construir nuestra familia juntas.

Las lágrimas comenzaron a brotar entre los asistentes, y la atmósfera se llenó de amor y alegría. Cuando finalmente intercambiaron los anillos, el mundo pareció detenerse por un momento, y el eco de sus promesas quedó grabado en el aire.

Al finalizar la ceremonia, se dieron un beso que simbolizaba el inicio de su nueva vida juntas. La ovación de los invitados resonó en el jardín, y el amor que compartían se sentía como una fuerza poderosa.

A medida que avanzaban hacia la recepción, Kara y Lena se sintieron como las personas más afortunadas del mundo. La fiesta estaba llena de risas, música y abrazos. Andrea, como una de las madrinas, se movía entre los invitados, asegurándose de que todos estuvieran disfrutando.

—Estoy tan feliz por ustedes. —dijo Andrea, abrazando a ambas—. Este día es solo el comienzo.

Mientras la música sonaba y todos bailaban, Kara tomó un momento para observar a su alrededor. La felicidad que la rodeaba era abrumadora. Había amigos y familiares que la apoyaban, y lo más importante, estaba junto a Lena, la mujer que amaba.

—No puedo creer lo afortunada que soy. —dijo Kara, mirando a Lena con amor.

—Yo también. —Lena sonrió—. Este es nuestro día, y no podría imaginarlo de otra manera.

Más tarde, mientras la celebración continuaba, las tres mujeres se reunieron en un rincón tranquilo del jardín. Andrea miró a sus amigas, sintiendo una profunda satisfacción. —Este es un momento que recordaré para siempre.

—Y nosotros también. —dijo Lena, tomando la mano de Kara—. Este es solo el comienzo de nuestra historia.

Kara asintió, sintiendo que la emoción la invadía. —No importa lo que venga, sé que juntas podemos enfrentarlo todo.

La noche avanzó, y mientras la luna iluminaba el jardín, las risas y la música continuaban. Las tres mujeres compartieron sueños sobre el futuro, sobre la familia que estaban formando y las aventuras que aún les esperaban.

Al final de la noche, cuando las luces comenzaron a atenuarse y los invitados comenzaban a despedirse, Kara y Lena se tomaron de la mano, sintiendo que el amor que compartían era más fuerte que nunca.

—¿Listas para el viaje que tenemos por delante? —preguntó Lena, sonriendo.

—Siempre. —respondió Kara, llena de amor y esperanza.

Y así, rodeadas de amor y alegría, se dieron cuenta de que la vida que estaban construyendo juntas era un regalo, y cada día sería una nueva oportunidad para amar y crecer. El futuro era brillante, y estaban listas para enfrentarlo, unidas como nunca.

**Título: Un bebé para la CEO** Donde viven las historias. Descúbrelo ahora