**Título: Un bebé para la CEO**

**Capítulo 23: La Primera Palabra**

**Capítulo 23: La Primera Palabra**

Logan había crecido rápidamente en los últimos meses. Ahora, con poco más de un año y medio, corría por la oficina de "Danvers Motorsports" con una energía desbordante. Kara y Lena se habían adaptado a un nuevo ritmo de vida, balanceando sus responsabilidades en la empresa con la alegría de ser madres, mientras su pequeño explorador hacía que cada día fuera una nueva aventura.

Cada mañana, el sonido de los pasos de Logan resonaba por los pasillos. Con su cabello blanco brillando bajo la luz y sus ojos morados llenos de curiosidad, era imposible no sonreír al verlo. Kara y Lena se turnaban para llevarlo a la oficina, y aunque sus días estaban llenos de trabajo, siempre encontraba tiempo para jugar.

Sin embargo, había una pequeña lucha diaria que ambas madres compartían: querían que Logan dijera "mamá" o, al menos, que reconociera sus nombres. Cada vez que se sentaban a jugar con él o le hablaban, esperaban ansiosamente escuchar su primera palabra.

—Vamos, Logan. Di "mamá". —decía Kara, con esperanza en su voz mientras lo sostenía en su regazo.

—O "Lena". —agregaba Lena, sonriendo con dulzura—. Cualquiera de las dos estaría bien.

Un día, mientras estaban en la oficina, Alex, la hermana de Kara, llegó a visitar. Desde que Logan había llegado a sus vidas, Alex había tomado un papel activo, tratando al pequeño como si fuera su propio hijo. La conexión entre ellos era instantánea, y Logan siempre sonreía al ver a su tía.

—¡Hola, pequeño! —dijo Alex, arrodillándose para estar a la altura de Logan—. ¿Cómo estás hoy?

Logan, emocionado, corrió hacia ella, riendo mientras la abrazaba. Kara y Lena observaron con cariño, sintiendo que la familia se expandía con cada momento que compartían.

—Estaba justo intentando enseñarle a decir "mamá" o "Lena". —comentó Kara, con una mezcla de frustración y diversión.

Alex sonrió, bromeando. —¿Por qué no intentamos algo diferente?

Logan miró a Alex, curioso.

—Di "Alex", pequeño. —dijo ella, con voz suave y juguetona—. Vamos, ¡inténtalo!

Kara y Lena intercambiaron miradas, sintiendo que esto podría ser un momento decisivo. Con emoción contenida, ambas se acercaron, tratando de animar a Logan.

—No, Logan. ¡Di "mamá"! —insistió Kara.

—O "Lena". —agregó Lena, sintiendo la competencia amistosa.

Pero Logan, emocionado por la atención, miró a Alex y, con una sonrisa traviesa, exclamó: —¡Alex!

El sonido resonó en la oficina, y el tiempo pareció detenerse. Alex se quedó boquiabierta, y Kara y Lena soltaron una risa llena de sorpresa.

—¡Lo dijo! ¡Dijo "Alex"! —gritó Alex, emocionada y orgullosa.

Kara y Lena se miraron, sintiendo una mezcla de alegría y ligera decepción.

—Bueno, al menos tenemos un nombre. —dijo Kara, riendo—. ¡Estamos un paso más cerca!

—¡Sí! ¡Es un gran comienzo! —respondió Lena, tratando de ocultar su frustración—. Pero, Logan, sigue practicando para que digas "mamá" pronto.

Alex, sintiéndose inspirada por el momento, se unió al juego. —Vamos, Logan. ¡Di "Alex" otra vez! —dijo, animándolo.

A medida que la tarde avanzaba, el juego continuó, y Alex se convirtió en el centro de atención. Logan, encantado, repetía el nombre de su tía, riendo mientras corría de un lado a otro. Kara y Lena se dieron cuenta de que, aunque no era el resultado que esperaban, era un momento especial que unía a su familia.

Esa noche, al regresar a casa, Kara y Lena se sentaron en el sofá, viendo a Logan jugar con sus juguetes. A pesar de que su primera palabra no había sido "mamá", sabían que el amor que compartían era lo que realmente importaba.

—Lo importante es que está aprendiendo y creciendo. —dijo Kara, sintiéndose agradecida—. Y, al final del día, eso es lo que cuenta.

Lena asintió, abrazando a Kara. —Exactamente. Y habrá muchas más oportunidades para que diga nuestros nombres.

Mientras Logan jugaba, ambas mujeres se dieron cuenta de que cada pequeño hito era un paso hacia adelante. El amor y el apoyo que se brindaban mutuamente como pareja y madres era el cimiento de la vida que estaban construyendo juntos.

Al final de la noche, mientras se preparaban para dormir, Kara y Lena se miraron y sonrieron. Sabían que, a pesar de los altibajos, estaban juntas en este viaje. Con Logan creciendo y explorando el mundo, cada día traía nuevos desafíos y alegrías.

—Mañana será otro día. —dijo Lena, sintiendo la emoción de lo que vendría.

—Sí, y tal vez mañana sea el día en que diga "mamá". —respondió Kara, llena de esperanza.

Mientras se acomodaban en la cama, sabían que, independientemente de las palabras que Logan eligiera decir primero, siempre serían su mayor apoyo y amor incondicional. La familia que habían creado era su mayor tesoro, y cada paso que daba Logan era una victoria que celebrar juntos.