**Capítulo 18: Logan Chester Luthor Danvers**
Los días se convirtieron en semanas mientras Kara y Lena se adaptaban a la nueva realidad de ser madres. Su hogar, que ahora albergaba a su pequeño hijo, Logan Chester Luthor Danvers, estaba lleno de risas, pañales y momentos tiernos. Cada día era una nueva aventura, y el amor que sentían por su bebé crecía más y más.
Logan, un pequeño de ojos brillantes y suaves mechones de cabello, se convirtió en el centro de su mundo. Kara y Lena se turnaban para atenderlo, alimentarlo y tranquilizarlo, disfrutando de cada pequeño momento que compartían como familia.
Una tarde, mientras Lena mecía a Logan en sus brazos, Kara entró en la habitación con una sonrisa. —¿Qué tal si hacemos una foto familiar? Quiero capturar este momento.
Lena miró a Logan, que comenzaba a despertar, y asintió con entusiasmo. —¡Sí! Es una excelente idea.
Kara se apresuró a preparar la cámara, ajustando la luz y el ángulo. Cuando finalmente se posicionaron, Lena sostuvo a Logan con ternura, y Kara se colocó a su lado, rodeando a su familia con un brazo.
—Una, dos, tres... —dijo Kara, presionando el botón de la cámara justo cuando Logan soltó una risita, capturando la alegría perfecta del momento.
Después de revisar la foto, Kara sonrió, sintiendo que cada imagen contaba una historia. —Es perfecta. Este es un momento que quiero recordar para siempre.
A medida que pasaban los días, Kara y Lena comenzaron a establecer una rutina. Las noches eran a menudo interrumpidas por los llantos de Logan, pero cada vez que lo sostenían en brazos, sentían que todo valía la pena. Las risas y los juegos durante el día llenaban la casa de alegría.
Una mañana, mientras preparaban el desayuno, Lena miró a Kara y dijo: —Creo que deberíamos comenzar a pensar en un futuro para Logan. No solo en el presente, sino en los valores que queremos enseñarle.
Kara se detuvo, sintiendo que el tema resonaba profundamente en su corazón. —Tienes razón. Quiero que crezca con amor y respeto, y que sepa siempre que es apoyado y aceptado.
—Y también que tenga un sentido de aventura. —agregó Lena—. Quiero que explore el mundo y descubra quién es.
Juntas, comenzaron a hablar sobre los valores que querían inculcarle a Logan. Desde la importancia de la amabilidad y la empatía hasta la curiosidad por aprender, sabían que cada lección sería fundamental en su desarrollo.
Con el paso de los meses, Logan fue creciendo, y con él, sus personalidades comenzaron a brillar. Su risa era contagiosa, y sus pequeñas travesuras llenaban la casa de alegría. Kara y Lena se dieron cuenta de que cada día traía nuevos desafíos y recompensas.
Una tarde, mientras jugaban en el jardín, Logan comenzó a intentar dar sus primeros pasos. Sus pequeñas piernas temblaban, pero su determinación era evidente. Kara y Lena lo animaban, llenas de emoción.
—¡Vamos, Logan! ¡Tú puedes! —exclamó Kara, su voz llena de aliento.
Logan, con una sonrisa brillante, dio un paso tambaleante y luego otro. Cuando finalmente logró mantenerse en pie, las dos mujeres gritaron de alegría.
—¡Lo lograste! —dijo Lena, abrazando a Kara—. ¡Es un gran momento!
Kara levantó a Logan en sus brazos, sintiendo que su corazón estallaba de orgullo. —Eres un pequeño explorador, ¡y no hay nada que no puedas hacer!
Con cada nuevo hito, el amor que compartían como familia se fortalecía. Las noches de cuentos, las risas en la mesa y los abrazos al final del día se convirtieron en rituales que atesoraban.
A medida que Logan cumplía su primer año, decidieron celebrar su cumpleaños con una fiesta. Invitaron a amigos y familiares, creando un ambiente festivo y lleno de amor. Decoraron el jardín con globos de colores y una gran pancarta que decía "¡Feliz Cumpleaños, Logan!".
El día llegó, y la casa se llenó de risas y música. Kara y Lena estaban emocionadas, preparadas para ver a su pequeño disfrutar de su día especial.
Cuando Logan entró al jardín, sus ojos se iluminaron al ver a sus amigos y los colores brillantes que lo rodeaban. Con una sonrisa amplia, comenzó a correr hacia los globos, mientras Kara y Lena lo seguían de cerca.
Las actividades comenzaron, desde juegos hasta una mesa llena de deliciosos bocadillos. Logan disfrutó cada momento, sintiendo el amor de todos a su alrededor.
Finalmente llegó el momento de cantar "Feliz Cumpleaños". Cuando las velas del pastel fueron encendidas, Kara y Lena se acercaron a Logan, quienes estaban llenas de emoción.
—¿Listo para hacer un deseo, pequeño? —preguntó Lena, sosteniendo a Logan en brazos mientras todos lo rodeaban.
Logan observó las velas, los ojos llenos de curiosidad. Con una sonrisa traviesa, sopló las velas, causando una explosión de aplausos y risas.
Después de cortar el pastel, todos disfrutaron de la celebración. Mientras Kara miraba a su hijo jugar y reír rodeado de amigos y familiares, sintió que su corazón se llenaba de gratitud.
—No puedo creer que haya pasado un año. —dijo Kara a Lena, quien estaba a su lado—. Este ha sido el mejor año de nuestras vidas.
Lena asintió, tomando la mano de Kara y sintiendo la conexión que las unía. —Y lo mejor está por venir.
Mientras el sol se ponía y las luces del jardín comenzaron a brillar, Kara y Lena se sentaron en una banca, observando a Logan jugar. La felicidad y el amor que compartían como familia eran palpables, y sabían que cada día era una nueva oportunidad para crear recuerdos inolvidables.
Con el futuro brillando ante ellas, estaban listas para enfrentar cualquier desafío que viniera, unidas en el amor y la alegría de ser madres.
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**Título: Un bebé para la CEO**
Fanfic**Título: Un bebé para la CEO** **Introducción:** En la vibrante y bulliciosa Ciudad Nacional, dos mundos aparentemente opuestos están a punto de chocar. Kara Danvers, una joven alegre y soñadora, comparte su vida con su hermana mayor, Alexandra, co...