𝑽𝒊𝒅𝒂𝒔 𝓘𝒏𝒗𝒆𝒓𝒕𝒊𝒅𝒂𝒔~

𝟐𝟏-✪

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Las horas pasaban, los minutos también, daba vueltas al rededor pensando, queriendo imaginar o pensar algo que lo ayudase con su problema.
Quería ir a la casa de ese mal parido y cortarle las extremidades pero no podía simplemente ir y matar al disque padre de su novio.

Trato de calmarse respirando y exalando todo el oxígeno necesario, siéndole completamente inútil pues aún seguía frustrado.

Sentía la rabia y el enojo recorrer por sus venas.todo este tiempo habian torturado a su probre novio no sólo físicamente si no también psicológicamente.
Trataba de calmarse lo que más podía, sus ojos de diferentes colores demostraban la furia y rabia que tenía.

Su madre regresaba con un vaso de agua en mano, su rostro expresaba la misma preocupación que su hijo. Ofreció el vaso al azabache quien aceptó agradecido.

- se que esto es muy difícil para ti y mucho más para Luis... Pero te prometo que haremos algo al respecto, pero lo haremos de la forma legal- prometió la mujer abrazando a su hijo, ambos sentados en el sofá de la Sala.

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El rubio estaba sentado sobre la comoda cama de su pareja, mirando a la nada con una gran tristeza consumiendolo por dentro, sus lágrimas no habían vuelto a brotar sobre sus ojos azules como el cielo en un hermoso día despejado.
Abrazaba sus piernas con fuerza intentando estar protegido en su propio abrazo.

Entre su mirada perdida se encontraba la confusión, el miedo camuflado en unos ojos inexpresivos y neutrales, sin comprender del por que de su propia existencia, ya bastando con el simple hecho de que vivir le era un infierno cada segundo.

¿Que pasará con el ahora? Acaso más cosas tendrían que pasar? No deseaba averiguarlo, ansiaba desesperadamente la llegada de alguna salvación de su repetitivo sufrimiento que ya consideraba rutinario.
Las sorpresas eran de esperararse en su día a día, ya nada es sorpresivo ni siquiera lo demasiado para causar algo en el.

Las cosas habían cambiado de un día para el otro, no era el mismo, se había perdido a el mismo en el pasado, ya no era la misma persona que hace ya meses atrás había sido, todo en el cambio, su personalidad, su actitud, su sonrisa...¿de verdad deseaba seguir viviendo? La verdad es que no, pero seguía haciendolo, morir no es una opción en su lista y tampoco es que fuera la mejor manera de librarse de sus problemas.
El seguía en pie sin importar que.