En el mundo de miel, la serenidad de la noche envolvía a todos los presentes. Noctorius, aún despierto, seguía abrazando a Kostro por la cintura, manteniéndolo cerca mientras este dormía profundamente. Los suaves suspiros de Kostro en su sueño eran tranquilizantes para Noctorius, quien le daba un sentido de paz y protección.
Cerca de ellos, Cybernid y Xerthos estaban también dormidos, acurrucados uno junto al otro. Sus pequeños cuerpos robóticos emitían un leve brillo en la oscuridad, y sus respiraciones rítmicas indicaban un estado de reposo tranquilo. Noctorius observó a los dos robots, notando cómo incluso en su estado durmiente, Xerthos mantenía una actitud protectora hacia su hermano menor, Cybernid.
El silencio de la noche se rompía solo por los suaves sonidos del sueño de sus compañeros, y Noctorius sintió un profundo sentido de responsabilidad y cariño por todos ellos. Mientras Kostro dormía en su regazo, Noctorius se permitió acariciar suavemente su cabello, reflexionando sobre los lazos que los unían y la extraña pero hermosa familia que habían formado.
En ese momento, Noctorius se prometió a sí mismo que haría todo lo posible por mantener a todos a salvo, mientras sus pensamientos vagaban hacia el futuro y lo que este les podría deparar.
Kostrogula se despertó de golpe, su respiración agitada y su mirada llena de pánico. Los pesares de una pesadilla lo habían sacado de su sueño, dejándolo desorientado y temblando. Noctorius, al notar la preocupación en el rostro de Kostrogula, rápidamente se inclinó hacia él, comenzando a acariciar su cara con suavidad.
"No te preocupes, Kostrogula," dijo Noctorius en un tono calmante, "estás a salvo. Solo fue un sueño."
Las caricias suaves de Noctorius ayudaban a tranquilizar a Kostrogula, quien lentamente empezó a calmarse. A medida que el pánico se desvanecía, Kostrogula miró a Noctorius con gratitud y algo de vergüenza por la intensidad de su reacción.
"Gracias, Noctorius," murmuró Kostrogula, intentando recomponerse. "No sé qué me pasó, fue tan real..."
Noctorius le sonrió con ternura, dándole una palmadita reconfortante. "A veces los sueños pueden ser realmente intensos. Estoy aquí para ti. Todo está bien."
Mientras Kostrogula se asentaba de nuevo en su lugar, Noctorius continuó abrazándolo, asegurándose de que se sintiera protegido. El ambiente era tranquilo, y el rastro de la pesadilla comenzó a desvanecerse a medida que la presencia tranquilizadora de Noctorius ayudaba a restaurar la calma.
Kostrogula se acomodó en el regazo de Noctorius, buscando el consuelo y la seguridad que su abrazo ofrecía. Noctorius, con cuidado, rodeó a Kostrogula con un brazo, ajustando su posición para que estuvieran cómodos.
"Descansa," le susurró Noctorius, acariciando suavemente su cabello. "Estoy aquí contigo. Nada va a pasar."
Kostrogula, sintiendo el calor y la protección de Noctorius, cerró los ojos y dejó que el sueño lo envolviera nuevamente, esta vez sin las perturbaciones de la pesadilla. Noctorius permaneció a su lado, velando por él mientras dormía, asegurándose de que el entorno siguiera siendo seguro y tranquilo.
Noctorius extendió sus alas con suavidad para envolver a Kostrogula en un cálido abrazo, protegiéndolo del frío de la noche. Las alas, cálidas y suaves, envolvieron a Kostrogula como una manta reconfortante. Noctorius, con una mirada tierna, siguió acariciando su cabello y asegurándose de que estuviera cómodo y a salvo.
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Cosas del pasado
Randomlos personajes pasaran por cosas aterradoras, y enfrentaran al ultimo jefe