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Aurora.
Dejo a Daxton en el carro. Estaba furiosa conmigo misma. ¿Qué era lo que me pasaba?
La culpa me invadió tan fuerte como si de un golpe se tratara. Dios mío, casi le soy infiel a mi novio de tres años.
Tonta, tonta, tonta.
No dejo de repetirlo, es que no me lo podía creer, estaba en shock.
El momento viene a mi mente, siento cómo mis mejillas se ponen rojas de vergüenza. Quería que me tragara la tierra y me escupiera en otro lugar del mundo.
— Hola.
Una persona se me atraviesa al caminar. Levanto mi vista para ver a una sonriente Hanna. Lo que me faltaba.
— Ahora no, Hanna, no estoy de humor.
La echo para seguir mi camino. Siento cómo me siguen los pasos, me giro y me la vuelvo a encontrar siguiéndome.
— Mira, sé que no me quieres ver y me odias, pero necesitamos hablar — pide —. De verdad, necesito a mi mejor amiga.
Suelto un suspiro, derrotada. Sabía que este momento iba a llegar algún día, pero no pensé que ese día fuera hoy.
Ella sonríe feliz por haber ganado esta batalla.
— Bien — me rindo —, nos vemos después de las primeras clases.
Ella asiente y se va a su pasillo. Busco la clase de Antropología.
Amaba mi carrera, una de las razones para haberla elegido era por mi madre. No me malinterpreten, amaba a mi madre, pero siempre pensé que su comportamiento conmigo no era normal.
¿Y qué pueden esperar de una chica de 17 años queriendo saber qué le pasaba a su madre? Según yo, en ese tiempo esta era la mejor opción. Con los años le empecé a agarrar cariño a la carrera hasta que en algún punto tenía claro que esto era lo que iba a ser.
Sí, es algo un poco estúpido, y loco, pero por lo menos salió bien.
Entro a mi clase y saludo a Emma. Todavía recuerdo lo sucedido el otro día con Daxton, un día de estos me dirán que estoy loca de verdad por hablar sola.
Eso me vuelve a recordar lo sucedido, hace un rato con Daxton. Por una parte, no lo podía creer para nada, pero por otra… Otra parte de mí quiere que me vuelva a ver de esa misma forma, que me tocara de esa misma forma, que me dijera todas esas cosas y que me hiciera sentir deseada.
Porque sí, tenía sexo con Liam, pero siempre se la pasaba trabajando, casi nunca lo veía y…
Espera.
¿En qué estoy pensando? Yo nunca pensaría eso de mi novio, pero ¿De dónde salió eso?
Liam no se merecía esto, para nada, era un buen chico y no iba a dejar que, por mi culpa y una calentura, todo se fuera a la basura.
