Estoy en la biblioteca de la universidad. He aprovechado que Daxton no está rondando por aquí y que Harden tenía cosas que hacer para venir.
Busco por los pasillos mi objetivo.
¿Cómo es posible que no tengan libros de demonios acá?
Tenía que ser rápida, no quería que ninguno de ellos me viera ¿La razón? Se enfadarían.
Daxton me ha dejado muy en claro que odia que busque información de esta en el mundo humano porque según el "ya no saben que pendejada inventar"
Tengo curiosidad, soy humana, es algo normal. El problema radica cuando mis dos fuentes de información no me quieren dar nada.
- ¿Cómo se supone que seré reina si ni siquiera sé nada de ustedes? - le dije yo en unos de los arrebatos.
Me tenían cansada con el tema de que no me descuidara, que había criaturas que venían por mí. Pero al preguntar nunca me dicen nada.
- La cosa es que tú no necesitas saber nada Aurora - puntualiza Daxton - Porque tú no serás reina, y por lo tal, no debes saber más nada de lo que ya sabes.
Cada vez que recordaba sus palabras me enfadaba mucho más, no sé si era por el hecho de que él tenía razón o porque me hiciera menos siempre.
Sabía que tenía razón en todo lo que me decía.
Yo no sería reina de nada, aunque el mismísimo Diablo haya llegado a mi casa a ponerla de patas arriba solo porque me negué ir con él a una "reunión" de rituales.
- ¡¿Cómo que no piensas venir?! - exclamó Satanás - Eres mi sucesora ¡Necesitas saber cosas!
- Si, soy tu sucesora, pero recuerda que yo también tengo una vida, que ustedes no son los únicos - le señaló - tengo responsabilidades.
- Por favor, Aurora ¡No puede haber algo más más importante que nosotros en tu vida! ¡No puede haber otra responsabilidad más importante que está!
- ¡Ya te dijo que no! - se mete por primera vez en la conversación Daxton - Si no puede, es porque no puede.
- Aurora sabes qué pasa si no cumples tu parte del trato - me señala - Te la dejaré pasar por esta vez, Pero a la próxima tendrás consecuencias.
Desapareció tan rápido como llego.
Se volvió loco en su ira, mi casa había quedado un desastre después que se fue. Por suerte Daxton me había ayudado a ordenar el desastre de su testarudo padre.
Sigo buscando en la sección de espíritus, debe haber algo aquí que me pueda ayudar...
- ¡Aurora!
Escucho como gritan mi nombre en la lejanía, paso mi vista por todo el lugar sin lograr encontrar el sujeto de la voz proveniente.
- ¡Aurora!
Vuelven a llamar, la voz se escucha más cerca.
Me doy la vuelta hasta encontrarme con los ojos de mi "mejor amiga" si es que se le puede llamar así.
- Hola - saluda.
- Hola.
Un silencio incómodo se acentuó en nosotras, tal vez las cosas no serían como antes después de todo, mala mía al creer que sí.
- Te envié un montón de mensajes todos estos días ¿Por qué no contestaste?
- Estaba ocupada - respondo con sequedad.
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La seducción del Demonio
FantastikY aunque el demonio se negara ir al cielo, la luz de este le hipnotizo, hasta llegar a caer en perdición. Todos los derechos reservados.