Capítulo 15

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Aurora

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Aurora.

Veo a mi al rededor perdida en la niebla que me rodeaba. ¿Dónde estaba?

Camino, camino y camino a ciegas, sin saber a donde voy.

Sentía como los vellos de mis brazos y nuca se erizaban mientras que caminaba. No había ni una pizca de sol en el lugar ¿Cómo había llegado a este lugar?

No recordaba mucho, solo sabía que me había dormido.

La niebla se empieza a aclarar mientras sigo caminando. Al terminar veo de lejos a dos personas discutiendo.

No me veían, estaban tan absortos en su discusión que no apreciaban a su alrededor.

— ¡Esto es tu culpa! — le gritó la chica a su compañero.

— ¿Mi culpa? - dijo indignado - ¿Te amenacé para que lo hicieras? Déjame responderte: No.

La chica lo miro enojada, pero no dijo nada.

No los podía ver muy bien por la poca niebla que quedaba, pero sí los podía escuchar.

— ¿Ves lo que te digo? — volvió a hablar el chico— No hay por qué darme culpa, cuando tú lo hiciste solita por tu cuenta.

El chico le sonrió a la chica. A esta se le veía triste y algo decepcionada.

Ahora que los miraba mejor, los dos se me hacían familiares, pero no podía encontrar de dónde.

— Sabes que te amo ¿No? Eres mi pareja de vida, siempre te necesitaré conmigo — le agarró bruscamente el mentón para que lo mirara — Y recuérdalo linda, tú siempre estarás conmigo, no importa dónde vayas, dónde te escondas, no podrás escapar.

La chica lo miro con temor, mientras que el chico sonreía con cinismo.

— Sabes que nos tienen vigilados, en algún momento nos van a separar - refutó.

— Es bueno soñar linda, pero eso no pasará, yo soy su favorito ¿Y tú? - la señaló - Ya no serás nada, serás la más odiada de todo el mundo por lo que hiciste.

— Yo no hice nada.

— ¿No? - hablo con ironía - Yo haré que lo hagas, solo espera.

La niebla volvió con fuerza, haciéndome perder la vista de la pareja.

Como si fuera cosa rara, me volví a perder entre la espesa niebla de hace unos minutos.

¿Qué fue aquello? ¿Por qué se me hacían conocidos? ¿Tal vez fueron mis amigos y no lo recuerdo? ¿Estoy perdiendo la memoria?

No. Eso no, eso no podía pasar por nada del mundo.

¿Pero entonces? ¿Ahora le puedo ver la vida tóxica a las personas?

Me río por dentro, fuera un milagro si pasara aquello, pero eso es imposible ¿No?

Muchas preguntas y pocas respuestas pasan por mi mente, estresándome y llenando mi mente de ansiedad.

La seducción del DemonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora