Capítulo 36

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"El amor no sirve" -R.O.

Podrán imaginarse los reclamos de mi madre. Al dejar territorio japonés, me dirigí a la mansión cerca del bar. Mis hermanas y madre se resguardaban en lo que, yo llegaba.

Sellé un trato con los japoneses. Bruno no estará de acuerdo con esto, pero soy dueña de mi propio imperio. Él me eligió para liderar. Me educó para ser su sucesora. Y no me dejaré pisotear por nadie.

Mis escoltas anuncian que mi familia se encuentra en la bodega bajo tierra. Una bodega que es como una segunda casa. Donde el túnel nos une al bosque. De ahí, un lago con un yate nos brinda escape, en caso de una invasión.

Desciendo al sótano para buscar la puerta, al entrar, las encuentro con mamá en el sofá. Está llorando, temblando. En trance. O eso era, hasta que su mirada helada se planta en mi presencia.

-Maldición contigo -gruñe mi madre para levantarse y venir a mí.

Su mano impacta con fuerza en mi mejilla, obligándome a bajar la cara. Mamá tenía mano pesada. Aún para ser delgada, su mano poseía más fuerza de la que se imaginan. Palpita, mi mejilla, lamo mi labio para subir mi cara y enfrentarla.

-¿En qué idioma te lo tengo que decir? ¿O cómo quieres que te enseñe? -reclama y mis hermanas bajan la mirada-. Primero tú hermana. Seguí yo. ¿Quieres que vengan por Shayna? ¿Es eso?.

Quisiera decir algo, decirle que lo siento. Yo no sabía que esto podría pasar. Pero si lo digo. Recibiré otra abofeteada o peor. Mamá cuando se enoja, no razona. No mide sus palabras. Hiere y lástima.

Cómo yo

-¡Habla carajita! -me grita pero me limito a dejar fluir las lágrimas en mi rostro-. ¡Creíste que sería mejor quedarnos aquí! ¡Con el dinero, el poder! ¡¿Y que has ganado con eso?!.

-Mamá porque no....

-¡Silencio Sharlene! -la señala con la cara roja-. ¡No te metas!.

Bianchell me mira con pena, Shayna con su expresión apática y mi hermana del medio quién se disculpa. Este enfrentamiento es entre la matriarca y yo.

-Ya que no hablas, te lo diré -sujeta mi cara con una mano, apretando mis mejillas-. Lo único que ganaste fué sangre, muertes, desunión, odio por parte de tus hermanos...

-¿Y tú? -respondo cómo puedo-. ¿También me odias, madre?.

Calla unos segundos sin poder responder, sonrío burlona para seguir hablando.

-Quedarnos fué lo mejor -digo lentamente-. Acaso, ¿No disfrutas de los viajes, las joyas, los lujos? -cuestiono con una sonrisa.

-Bajale a tu tono, soy tu madre.

-¿Y donde estuviste cuando te necesité?.

-Si, disfruto todo lo que tengo ahorita, Shein -responde con satisfacción, soltando su agarre.

-¿Entonces de que te quejas? -acaricio mi mentón-. ¿Estoy llena de sangre? Sí. No ustedes. ¿Tengo poder? Más del que pude imaginar. Y es una carga pesada. ¿El dinero? Nos sobra. Y lo dejo todo a ustedes para que vivan cómo merecen.

-Shein.... -Bianchell me observa con temor. Estoy por decir algo de lo que me arrepentiré a futuro. Pero no soy yo, sino ellos, quienes hablan.

-¿No eras tú quien decía que buscáramos, que fuéramos mejor que tú? ¿Que no buscáramos amor porque eso no sirve? ¿Que es una perdida de tiempo?.

-Ahora si sigues mis consejos -ríe incrédula.

-Desafortunadamente, sí madre. Y te agradezco mucho. Porque comprendo que es mejor el poder que el amor. Uno me brinda respeto, lealtad, gobierno. El otro sólo es un dolor de cabeza que no produce nada.

2:Argent [El origen de la muñeca]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora