LA HERENCIA DEL CORAZÓN. Chanchang [PAUSADA]

8

La mañana siguiente trajo consigo una atmósfera tensa en la mansión. El aire estaba cargado de expectativas, especialmente porque se acercaba un evento importante que todos habían estado esperando: la fiesta de compromiso de BangChan y Sana.

BangChan se despertó después de pocas horas de sueño, su mente aún dándole vueltas a la conversación de la noche anterior con Changbin. Sin embargo, no tuvo mucho tiempo para procesar lo ocurrido, ya que al bajar al comedor, se encontró con su madre y su padre, ambos inmersos en los preparativos de la fiesta de compromiso.

—Chan, querido, ¿estás listo para la gran noche? —preguntó su madre, una sonrisa forzada en su rostro. BangChan pudo notar la tensión en sus ojos, aunque intentaba disimularlo.

—Supongo —respondió él, sin mucha emoción.

Su padre, el señor Joo-heon, levantó la vista de los papeles que estaba revisando y lo miró con la habitual seriedad.

—Es un evento importante para nuestra familia, BangChan. No podemos permitirnos ningún error —dijo con su voz grave y autoritaria—. La fiesta de compromiso es en dos días, y la boda se llevará a cabo la próxima semana. Debes estar preparado.

BangChan asintió, pero en su interior, la presión aumentaba. Sabía que la fiesta de compromiso sería solo el comienzo de una serie de eventos que culminarían en un matrimonio que no deseaba. Su mirada se dirigió inconscientemente hacia Changbin, quien estaba parado a un lado, tomando notas y asegurándose de que todo estuviera en orden para la celebración.

El solo hecho de verlo allí, tan tranquilo y controlado, irritaba a BangChan. ¿Cómo podía alguien soportar todo esto con tanta calma? ¿Acaso no entendía la magnitud de lo que estaba sucediendo? Pero BangChan sabía la respuesta. Changbin no solo entendía; estaba siendo parte integral de los planes de su padre, asegurándose de que todo saliera perfecto. Y eso solo hacía que la presencia de Changbin en su vida fuera aún más insoportable.

Mientras los preparativos continuaban, BangChan sentía que las paredes se cerraban a su alrededor. La fiesta de compromiso estaba a la vuelta de la esquina, y cada paso que daba lo acercaba más a una vida que nunca quiso. Y allí, en medio de todo, estaba Changbin, el único que parecía estar perfectamente alineado con los deseos de su padre, mientras BangChan se sentía cada vez más atrapado.