SOMBRAS

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Itadori corría esquivando un ataque de sangre que iba directo a el,  salto y se agacho, todo para evitar ser golpeado con la sangre que la maldición, creada por Mahito, Yuuji se impulsa con una pared y sale disparado hacia la maldición, conectando una poderosa patada en el costado del espíritu maldito, mandándolo a volar, pero la maldición se recompone en el aire y cae de pie.

La maldición ataca nuevamente a Itadori, lanzando de su boca una gran cantidad de sangre, que Yuuji evita, todo esto mientras se acerca a la maldición y le propina un placaje, tumbándola en el suelo, acto seguido le acierta otra patada, pero esta vez en el rostro.

Itadori conecta una serie de puñetazos y patadas al espíritu maldito, obligándolo a retroceder, la maldición se intenta defender, lanzando inútilmente un chorro de sangre de su boca, pero Itadori lo esquiva y agarra a la maldición de sus dos brazos, y saltando en el aire, cae atrás de la maldición, pero todavía con sus brazos en las manos de Itadori, así Yuuji, conecta una doble patada en la espalda del espíritu, lanzándolo lejos de el.

Yuuji observa la sangre que cayo en el suelo, y ve como de este empiezan a salir estelas de humo.

-"¿Que tendrá la sangre que escupió?"-piensa Itadori.

-Oye, eres muy fuerte.-reconoce la maldición.-Así no me divierto.-

EN OTRO LADO

De un hoyo en el suelo, sale la cabeza de un ser parecido a un topo, Nobara que era la que se encontraba en ese lugar, junto a Megumi, agarra su martillo y clavos y exclama:

-Técnica Vudú: ¡Resonancia!-

Al terminar la frase, Nobara rodea de energía maldita un clavo y golpea a este con su martillo, lanzando a toda velocidad el clavo, que impacta en la frente del espíritu, parecido a un topo, provocando que este sea roto en pedazos.

Como si la muerte del espíritu fuera un detonante, cientos de las mismas criaturas salen de los hoyos que había en el techo, el suelo y en las paredes.

Nobara rápidamente agarra sus clavos y los empieza a lanzar a diestra y siniestra, acertando en las pequeñas maldiciones, que son destruidas al instante, unos momentos después, Nobara ve salir del suelo a ese extraño ser en forma de topo, y sin dudarlo salta y con un golpe descendiente, conecta su martillo con la maldición, destruyéndola al instante y levantando una gran cortina de humo.

Por otro lado, Megumi estaba cargando una espada con sus dos manos, corría entre los espíritus y con tajos de su espada los partía fácilmente a la mitad.

Pero tan pronto como destruían a uno, otra ya había cubierto su lugar.

-¿Cuantos son?-pregunta con aburrimiento Megumi.

-Hay que seguir jugando a golpear al topo, ¿no?-responde Nobara.

-Si, hay que seguir exorcizándolos.-dice Megumi.-Hasta el ultimo de ellos.-

-Ademas, no creo que contraataque.-

-¿Dices que a cambio del enorme alcance de su ritual el cuerpo principal no puede atacar?-pregunta Nobara.

-Solo es una posibilidad.-

-"Todo lo que nos preocupaba como su alcance, el numero de victimas y la barrera...son cosas que desgastan al cuerpo principal.-"razona en su mente Megumi.-"Seguramente no tardaremos en exorcízalo."-

De pronto Megumi siente algo recorrer su cuerpo, y cuando se da la vuelta para mirar que pasaba, observa como unas manos agarraron del brazo a Nobara y la jalaban a través de un portal.

-¡Kugisaki!-grita Megumi, intentando agarrar su brazo, pero ya era demasiado tarde, antes de desaparecer por completo, Nobara la apunta con su dedo índice, y le dice:

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