Taehyung estaba en shock ante la petición de aquel hombre, Choi Tae-Joon jamás había superado el hecho que su hija hubiese fallecido siendo tan cercana al capo, era su conexión con una gran fortuna y su extraña muerte le tenía molesto. Choi Ji-Won había sido su As en la manga, pero había sido asesinada ahora estaba con su sobrina, Choi Chae-Rin, quien sería la amante número uno del capo.
Taehyung estaba sudando frío pues la guerra que se había evitado podía estallar en cualquier momento, su esposo andaba de compras, pero veía en el hombro de Jungkook a Tata quien parecía grabar aquella conversación con sus ojitos. ─ ¿Qué has dicho? Taehyung, creo que deberías aclararle a este hombre que no es posible lo que pide. — dijo SeokJin viendo a la mujer que acompañaba a Choi.
─ Jung, solo porque tu hermano a calentado la cama del Capo no quiere decir que pudiera hacerlo otra, ya antes pasó... Cuando te casaste con mi hija buscaste una amante. ¿Por qué ahora es diferente?
— Choi, nuestra sociedad es buena y hasta ahora hemos realizado buenos negocios. ¿No es suficiente para ti cada millón que llega diario a tu cuenta?
— Sin embargo, un heredero del capo vale más que el millón, dime ¿Qué te detiene?
Taehyung se acercó a él y le vio a los ojos, luego vio a la chica y sonrió. Esta le devolvió la sonrisa con coquetería, pero su sonrisa se fue con las palabras de Taehyung. — La diferencia entre aquel matrimonio y este, es que amo a Hoseok y él me ama de la misma manera, tu hija me traicionó y por eso busqué otra amante.
— ¿De qué hablas? Tú la amabas y ella hizo de todo por casarse contigo y tu primo la asesinó, ¿O no?
— Tengo a mis herederos y no voy a crear un conflicto desde ahora que ni siquiera han nacido. — dijo Taehyung. Sabía que al hacer eso Choi buscaría como deshacerse de sus hijos, ellos eran lo que más amaba sin haberlos conocido. Quería verlos y educarlos, quería ver pequeños Hoseok corriendo por la casa, bueno, pensó luego, no tantos Hoseok porque si eran como su padre sería brutal. — Conozco los medios de la mafia, asesinarías a mis hijos para poder tener el poder.
Mientras esto pasaba en la mansión, Hoseok caminaba por los pasillos del centro comercial mostrando su vientre de siete meses, Jimin y Dongpyo le acompañaban junto a Mang. Estaban emocionados comprando ropa para bebé, Jimin ya tenía dos meses y medio de embarazo y eran al parecer dos pequeñas. ─ Creo que una de ellas será yerbatera, mi Dong-Yoon y Dong-Yeon tendrán el don de los Jung.
─ Serán hermosos y jugarán con mis hijas, además de cuidarlas.
─ Serán Jung, no necesitarán que les cuiden.
Dijo Hoseok haciendo reír a Jimin, pues se imaginaba a sus hijas como una combinación de él y de Hoseok. Cuando llegaron a un restaurante ordenaron mucha comida pues el apetito de los embarazados estaba desbordado, comían y Hoseok le contaba de las veces que Jungkook y él habían hecho que su padre rogara por su vida, de las veces que Hae-In había escapado de la muerte por las serpientes que le ponían en la cama.
─ SeokJin, ¿Cómo fue su infancia?─ Hoseok se encogió de hombros y observó su comida, luego le respondió.
─ Yo nací mucho tiempo después de su infancia, es el mayor de los Jung y mi madre murió cuando nací. Tengo entendido que ella le consentía, a diferencia de a Jungkook que desde un niño se notaba que era muy parecido al viejo. ─ Hoseok recordó que cuando él nació Jin tenía catorce años y había sido consentido por sus padres, Jungkook tenía seis años pues había nacido de la reconciliación de sus padres por la traición de del viejo con las dos mujeres a las que embarazó. ─ SeokJin me culpó por la muerte de mamá, yo nací prematuro pues mamá tuvo un embarazo difícil y no pudo soportar la pérdida de sangre. No la conocí, pero no me hizo falta padre me enseñó a ser autosuficiente. SeokJin me dijo que solo fui el fin de su felicidad, así que siempre nos ignoramos hasta lo sucedido con ese idiota.
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Soy Yerbatero, el dios de las pócimas
Hayran KurguSolo diré que soy el maldito amo de las hierbas, que no hay nada que no pueda conseguir y enfermedad que no pueda curar, bueno excepto la estupidez, esa no tiene cura. Así que dime de que sufres que yo tengo un brebaje, dime a quien odias y tengo u...