capitulo 3

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La tarde se desvaneció rápidamente, y antes de que Naruto se diera cuenta, estaba de pie frente a la puerta de un acogedor café universitario, donde la reunión del club de teatro estaba por comenzar. Emily caminaba a su lado, su presencia calmante lo ayudaba a mantener la compostura.

Al entrar, fueron recibidos por una mezcla de risas y conversaciones animadas. Las mesas estaban abarrotadas de estudiantes, todos hablando entusiasmadamente sobre la obra, sus estudios, y la vida en general. Yukari, la presidenta del club, les hizo señas desde una mesa cercana.

—¡Naruto, Emily! —exclamó con una sonrisa brillante—. Vengan, tomen asiento. Estamos hablando de la obra y de algunas ideas para hacerla más... interesante.

Naruto tomó asiento al lado de Yukari, con Emily a su lado. Aunque aún se sentía algo fuera de lugar, la calidez y la energía del grupo eran innegables. Mientras escuchaba las discusiones sobre la puesta en escena, se dio cuenta de cuánto esfuerzo y pasión todos ponían en cada detalle. Este no era solo un club para ellos; era una comunidad dedicada a crear algo único.

Un chico alto y delgado, con una melena de cabello castaño despeinado, se inclinó hacia él. —Soy Kaito, el encargado de la iluminación y la escenografía. Si necesitas algo, cualquier cosa, solo házmelo saber. Queremos que esta obra sea un éxito total.

Naruto asintió, agradecido. —Gracias, Kaito. Me alegra saber que hay un equipo tan talentoso detrás de todo esto.

—¡Claro! —intervino Yukari—. Y hablando de eso, ¿ya has pensado en cómo abordarás tu personaje? Es un papel complicado, con muchas emociones encontradas.

Naruto sintió el peso de la pregunta. Sabía que tenía mucho trabajo por delante. —He estado pensando en ello, pero aún no estoy seguro de cómo abordar ciertas escenas. Quiero asegurarme de que mi actuación sea auténtica y transmita lo que el guion requiere.

Yukari lo miró con seriedad. —Eso es bueno, Naruto. Significa que te importa. Aquí, todos estamos para apoyarte en lo que necesites. El teatro es una colaboración, y cada uno de nosotros aporta algo valioso.

Emily, que había estado escuchando en silencio, habló en ese momento. —Naruto y yo hemos estado ensayando juntos, y puedo decir que está haciendo un gran trabajo. Pero también creo que lo que le falta es esa conexión personal con el personaje. Algo que lo haga suyo.

Naruto sintió un calor en su pecho ante las palabras de Emily. Ella realmente entendía lo que él estaba tratando de lograr. —Sí, eso es exactamente lo que necesito. Una forma de hacer que el personaje sea parte de mí.

Kaito, que había estado escuchando atentamente, se inclinó hacia adelante con una sonrisa astuta. —¿Qué tal si intentas algo diferente? Tal vez puedas venir al teatro después de horas, cuando esté completamente vacío, y practicar allí. Podrías conectar más con el espacio, sentir la atmósfera de las tablas y dejar que eso te inspire.

La idea de Kaito resonó con Naruto. Practicar en el escenario en silencio, sin distracciones, podría ser justo lo que necesitaba. —Es una excelente idea, Kaito. Lo intentaré.

La conversación continuó, y Naruto comenzó a sentirse más cómodo en la compañía de sus compañeros de club. Por primera vez en mucho tiempo, no sentía que la atención sobre él fuera una carga; en cambio, se sentía parte de algo más grande, algo que podía ayudar a construir.

A medida que la noche avanzaba, la charla se desvió hacia temas más ligeros. Hablaron sobre anécdotas de otros ensayos, se rieron de errores cómicos en escenas anteriores, y Naruto incluso se encontró compartiendo algunas historias de su tiempo en la industria del entretenimiento. Yukari resultó ser una gran admiradora de una de las series en las que él había actuado, lo que llevó a una discusión divertida sobre los mejores momentos del show.

Peleando por tu atenciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora