capitulo 4

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La vida de Naruto continuaba dividida entre los ensayos de teatro y sus compromisos como modelo y actor en la industria del entretenimiento. A medida que se acercaba el estreno de la obra, la presión aumentaba, pero Naruto también sentía que estaba creciendo en el proceso. Sin embargo, a pesar de su progreso en el teatro, no podía ignorar los problemas que seguían acechando en su vida pública.

Un día, mientras practicaba en el teatro como de costumbre, Jiraiya apareció en el pasillo, con su expresión típica de preocupación y cansancio. El albino no estaba solo; lo acompañaba una mujer elegante, de cabello oscuro y con una mirada crítica.

—Naruto —saludó Jiraiya con voz seria—. Ella es Akiko Ishikawa, una de las principales productoras del live-action en el que participarás. Ha venido a discutir algunos detalles contigo.

Naruto sintió que su estómago se revolvía. Aunque había aceptado el papel en el live-action, no estaba del todo seguro de cómo equilibraría eso con sus estudios y la obra de teatro.

—Es un placer conocerte, Naruto —dijo Akiko, extendiéndole la mano con una sonrisa que no alcanzaba sus ojos—. He oído mucho sobre ti, y tengo grandes expectativas para tu participación en nuestro proyecto.

Naruto estrechó su mano, tratando de no mostrar su incomodidad. —Gracias, Akiko-san. Estoy emocionado por el proyecto, aunque también estoy bastante ocupado con la obra de teatro en la universidad.

Akiko lo miró fijamente, evaluándolo. —Entiendo. Pero debes recordar que el live-action es una oportunidad importante para tu carrera. Necesitamos que estés completamente comprometido.

Naruto asintió, sintiendo la presión aumentada en sus hombros. Sabía que no podía decepcionar, pero también sabía que el teatro universitario se había convertido en algo significativo para él. No quería dejar ninguna de las dos cosas de lado.

Jiraiya, notando la tensión, intervino. —Naruto siempre ha sido capaz de manejar múltiples responsabilidades. Estoy seguro de que encontrará la manera de equilibrar todo.

Akiko sonrió, pero había algo calculador en su expresión. —Eso espero. La industria del entretenimiento es implacable, Naruto. Debes asegurarte de no distraerte con cosas menos importantes.

Esas palabras resonaron en la mente de Naruto mientras observaba a Akiko irse. ¿Menos importantes? ¿Acaso el teatro, algo que había comenzado a amar, era simplemente una distracción?

Jiraiya, que siempre había sido más que un simple manager para Naruto, se acercó y puso una mano en su hombro. —No dejes que te afecte demasiado, Naruto. Akiko es dura, pero solo quiere lo mejor para el proyecto. Sin embargo, recuerda que al final, eres tú quien decide qué es importante.

Naruto asintió, agradecido por el apoyo de Jiraiya. —Lo sé. Solo necesito encontrar un equilibrio.

Esa noche, después de que Jiraiya se fue, Naruto volvió al teatro, buscando refugio en la oscuridad y el silencio del escenario. Se sentó en el borde, mirando las filas de asientos vacíos, y dejó que sus pensamientos vagaran.

No fue hasta que oyó un suave susurro que se dio cuenta de que no estaba solo. Giró la cabeza y vio a Emily de pie en la entrada, con una expresión preocupada en su rostro.

—Te vi hablando con Jiraiya y esa mujer. ¿Estás bien? —preguntó, acercándose lentamente.

Naruto sonrió débilmente, tratando de ocultar sus preocupaciones. —Sí, solo... mucho en qué pensar.

Emily se sentó a su lado, en silencio por un momento antes de hablar. —Naruto, sé que estás bajo mucha presión, y sé que a veces puede ser difícil. Pero quiero que sepas que no tienes que cargar con todo solo. Estamos aquí para ayudarte.

Peleando por tu atenciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora