Especial

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El teatro había vuelto a cobrar vida tras el regreso de Naruto, pero había un rincón que parecía reservado solo para él y Ai. Aunque el bullicio del club resonaba a su alrededor, un suave halo de intimidad los rodeaba cuando se encontraban a solas, alejados del caos de los ensayos y las interacciones cotidianas.

Era una tarde luminosa, y la luz del sol se filtraba a través de las ventanas del teatro, creando un ambiente cálido y acogedor. Naruto estaba sentado en el borde del escenario, sus piernas colgando, mientras observaba a Ai practicar sus pasos de baile. La dedicación con la que ella se movía lo fascinaba; cada giro y cada salto estaban llenos de una gracia y energía que le recordaban por qué había sido tan importante para él durante su tiempo en el club.

"Parece que te has estado esforzando mucho", comentó Naruto, interrumpiendo el silencio. Su voz, llena de admiración, resonó en la sala vacía.

Ai se detuvo, girándose hacia él con una sonrisa que iluminó su rostro. "Gracias, Naruto. He estado tratando de mejorar, especialmente porque... bueno, porque tú regresaste", confesó, un leve rubor tiñendo sus mejillas.

Naruto sintió un calor recorrer su cuerpo. "Me alegra saber que me has echado de menos", respondió, cruzando la mirada con ella. En ese instante, sintió que una conexión más profunda se formaba entre ellos, algo que iba más allá de la amistad que habían compartido.

"No solo te he extrañado, Naruto", dijo Ai, sus ojos fijos en los de él. "El teatro no se sentía igual sin ti. Todo parecía... más vacío."

Esa confesión resonó en el corazón de Naruto. Había estado ansioso por volver, no solo por el teatro, sino por la oportunidad de reconectar con Ai. La ausencia de su energía vibrante había sido palpable, y el pensamiento de que su partida había afectado a Ai de esa manera lo llenaba de calidez y satisfacción.

"Quiero que sepas que... también te he echado de menos", admitió Naruto, su voz un poco más suave. "Tú traes algo especial al grupo. Siempre lo has hecho."

Ai sonrió, y en ese momento, la barrera que había mantenido entre ellos comenzó a desvanecerse. Se acercó un poco más, sus corazones latiendo en un ritmo casi sincronizado. "He estado pensando en lo que dijiste antes sobre la obra. Quiero que esta vez sea aún más especial, algo que no solo recordemos, sino que nos defina."

Naruto asintió, su mente girando con ideas y posibilidades. "¡Podemos trabajar en eso juntos! Quizás incluso podamos añadir algunas improvisaciones o elementos nuevos. Quiero que todos sientan lo que nosotros sentimos en el escenario."

Los ojos de Ai brillaron de emoción. "Sí, eso suena increíble. Quiero que todos vean lo que realmente podemos hacer como equipo."

El aire a su alrededor se cargó de una energía diferente, casi mágica. La risa de Naruto llenó la sala mientras comenzaban a hacer bocetos de ideas para la obra, intercambiando pensamientos y visiones. A medida que hablaban, Ai se dio cuenta de que su corazón latía más rápido; la chispa entre ellos parecía intensificarse con cada palabra.

Sin embargo, en lo más profundo de su ser, Ai también sentía una sombra de duda. ¿Era posible que lo que estaban compartiendo fuera solo una amistad, o algo más profundo? La conexión que tenían se sentía auténtica, pero el miedo a arruinar lo que tenían la mantenía alerta.

Mientras tanto, Naruto también reflexionaba sobre sus propios sentimientos. Había algo en Ai que lo atraía, no solo como amiga, sino como alguien que despertaba en él emociones que no podía ignorar. "Ai", comenzó, su voz un poco más seria, "¿te gustaría salir a caminar después de esto? Podríamos hablar más sobre la obra y... ya sabes, sobre nosotros."

Ai sintió que su corazón se aceleraba. "¿Nosotros?" repitió, tratando de ocultar su sorpresa. La idea de que Naruto estuviera pensando en ellos como un equipo más allá del teatro era emocionante, pero también aterradora.

"Sí, como amigos... pero también como compañeros. Quiero que sepas que aprecio mucho lo que hacemos juntos. Eres importante para mí", dijo Naruto, sus ojos fijos en ella con una intensidad que la hizo sentir vulnerable.

La sinceridad de sus palabras hizo que Ai se sintiera expuesta, pero al mismo tiempo, una sonrisa se dibujó en su rostro. "Me encantaría, Naruto. Sería genial tener tiempo para nosotros".

Ambos se pusieron de pie, la energía entre ellos palpable mientras se dirigían hacia la salida del teatro. El aire fresco de la tarde los envolvió, y mientras caminaban por las calles iluminadas por el sol, el mundo parecía detenerse a su alrededor. Compartieron risas, historias y momentos que profundizaron aún más su conexión.

Durante la caminata, Ai decidió dar un paso adelante, compartiendo con Naruto algunas de sus inseguridades y luchas. "A veces me siento perdida, como si todo lo que hiciera no fuera suficiente", confesó, mirando al suelo mientras hablaba.

Naruto se detuvo, tomando su mano con suavidad. "Eso no es verdad, Ai. Eres increíble tal como eres. Siempre has brillado. Nunca dejes que la duda te consuma", dijo, su mirada llena de convicción.

Las palabras de Naruto calaron hondo en Ai. Sintió que su corazón se expandía mientras miraba a Naruto a los ojos. Era un momento de vulnerabilidad y conexión que no había anticipado. Sin pensarlo, se inclinó un poco y, en un impulso, le dio un ligero beso en los labios...

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⏰ Última actualización: Oct 14 ⏰

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