Los días siguientes al primer encuentro entre Ai y Emily estuvieron cargados de una tensión apenas disimulada. Aunque ambas trataban de mantener la cordialidad, los pequeños enfrentamientos y rivalidades comenzaron a emerger en las interacciones cotidianas. Naruto, quien en un principio intentaba ignorar el conflicto, pronto se dio cuenta de que estaba en medio de una batalla emocional cada vez más intensa.
Durante los ensayos, la competencia entre Ai y Emily se hizo evidente para todos. Cada una se esforzaba por destacar, no solo en su actuación, sino también en cómo se relacionaban con Naruto. Ai, con su carisma natural y su experiencia en la industria, utilizaba su habilidad para captar la atención en cada escena compartida con Naruto. Sus movimientos eran precisos, sus expresiones llenas de una emoción palpable que electrizaba el escenario. Parecía que cada palabra que intercambiaban estaba cargada de un significado oculto, lo que provocaba murmullos entre el resto del elenco.
Por otro lado, Emily, aunque más discreta, no se quedaba atrás. Aprovechaba los momentos fuera del escenario para fortalecer su vínculo con Naruto, recordándole sus experiencias compartidas y ofreciéndole un lugar de paz en medio del caos. Sus interacciones eran más sutiles, pero no menos poderosas. Con cada sonrisa y palabra de aliento, Emily se aseguraba de que Naruto supiera que ella siempre estaría allí para él.
Un día, después de un ensayo particularmente intenso, Yukari llamó a Naruto para discutir un cambio en una de las escenas clave. Al salir del teatro, Naruto notó que tanto Ai como Emily estaban esperándolo, ambas con una evidente intención de hablar con él.
—Naruto, ¿tienes un momento? —preguntó Ai, acercándose con una sonrisa que desarmaría a cualquiera—. Quería discutir una idea para la próxima escena, algo que podría mejorar la química entre nuestros personajes.
Antes de que Naruto pudiera responder, Emily intervino, con una voz suave pero firme. —Yo también quería hablar contigo, Naruto. Estuve pensando en algunas formas de profundizar en las motivaciones de tu personaje. Podríamos revisar las notas que tomamos en el café el otro día.
Naruto sintió cómo el sudor comenzaba a correr por su frente. Ambas lo miraban con expectación, cada una tratando de ganarse su atención de manera sutil pero evidente. Era claro que este no era solo un interés profesional.
—¿Por qué no lo discutimos los tres juntos? —sugirió Naruto, intentando una vez más desviar la tensión.
Ai sonrió, pero esta vez su sonrisa tenía un filo que Naruto no había notado antes. —Por supuesto. Aunque a veces, las mejores ideas surgen en conversaciones más... íntimas.
Emily mantuvo su compostura, pero sus ojos mostraban una determinación renovada. —No hay nada más importante que trabajar en equipo, ¿no es así, Naruto?
Naruto asintió, aunque sabía que esta paz sería frágil. A medida que avanzaban hacia una sala de ensayo vacía, pudo sentir las miradas de ambas mujeres en su espalda, cada una evaluando la situación y planeando su próximo movimiento.
Dentro de la sala, el ambiente estaba cargado. Naruto intentó concentrarse en el guion, pero la presencia de Ai y Emily a su lado era una distracción constante. Ai se sentó más cerca de él, susurrando ideas y sugerencias que, aunque útiles, estaban llenas de una familiaridad que lo hacía sentir incómodo. Emily, por su parte, se esforzaba por mantener la conversación en el guion, pero Naruto podía notar la leve tensión en su voz.
En un momento dado, Ai hizo un comentario que parecía completamente inocente, pero que tenía un trasfondo evidente.
—Naruto, tienes un talento natural para esto. Es como si hubieras nacido para estar bajo los reflectores. —Sus ojos se fijaron en los de él, llenos de admiración—. Estoy segura de que con la práctica adecuada, podrías ser una estrella aún más grande.
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Peleando por tu atención
FanficNaruto Uzumaki, un joven con un talento nato para el entretenimiento, ha dejado su vida común atrás para convertirse en una de las nuevas estrellas más prometedoras de la industria. A medida que su fama crece, también lo hace la presión de vivir baj...