XII - En Familia

4 0 0
                                    


Era su día de descanso, finalmente.

Había entrenado mucho con Kiba los últimos dos meses, habían atrapado gatos y limpiado jardines. De a poco se iba acomodando a su equipo, Seija ya no era tan inútil y Sarada... bueno ella seguía siendo insoportable pero al menos se estaba volviendo menos demandante.

Aún así, merecía su día de descanso. Y lo iba a aprovechar descanso en su cama, leyendo tal vez algún libro o manga que había dejado cuando comenzó a ser genin.

-¡Boruto!- escuchó un grito de su padre desde abajo de las escaleras. -Ven, te estamos esperando.

Qué raro. ¿Quiénes? Bajó apresuradamente las escaleras en medias y vio a Naruto frustrado con un bolso y a Suno a su lado con una mochila.

-Es nuestro día de campo, Boruto. ¿Lo olvidaste? - dijo, preparando para dar un sermón.

-Padre, creo que tu olvidaste decirle. - dijo Suno, con una voz baja. Naruto se puso colorado, y colocó su mano en la nuca.

-Perdón, sí, no te lo dije. Les pedí a Kiba y Shizune que les dieran este día libre para que pudiéramos pasar un día juntos los tres. Lo dejé a Shikamaru a cargo -dijo con una sonrisa malévola pensando en todo el papeleo que le encargó.-Bueno, te daré tiempo para que te unas.

Adiós día de descanso. Aún así sonreía.


La caminata fue larga pero llegaron a un lago rodeado de árboles, del cual desembocaba un gran río. Su padre lo llamaba el Lago Protegido, aunque decía que no tenía nombre, fue un invento suyo. El agua reflejaba el cielo a la perfección, y al no haber viento, era como un espejo. Abajo había piedras que se tornaban verdes, les dijo que se mojaran la cara, que sintieran el potente frío. Boruto no se podía aguantar más la ansiedad.

-Pa, con Kiba sensei aprendí a controlar mejor lo del rayo. Sí, ya-

-Alto.-fue interrumpido.-No quiero que me muestren técnicas hoy. Es un día de descanso, no de entrenamiento ni de combate. En serio chicos... ¡quiero que se relajen! - les dijo y les mostró una sonrisa honesta.

Boruto se encogió de hombros. Otro día sería. Los ojos de Suno brillaban cuando lo veían a su padre hablar.

-Quiero que me cuenten de sus equipos. ¡Casi no me hablan al respecto! ¡Necesito saber los chismes, no saben lo que me aburro en la oficina!

Boruto tomó la iniciativa.

-Sarada es una arrogante pero admito que es fuerte. No tan fuerte como yo... obviamente. -dijo, y flexionó sus musculos .-Seija es un buen compañero, no sabe pelear muy bien pero me alegra tenerlo cerca. Es como un amuleto de la buena suerte - se sintió mal diciendo eso, ese chico le había salvado la vida después de todo... pero teniendo a su padre ahí cerca, no lo querría admitir, al menos no directamente. Se recuperó de su duda interna y concluyó -Ah, y el sensei pulgoso no está mal, aunque me agota entrenar con él.

A Naruto le hizo gracia pensar en la hija de Sasuke y Sakura siendo una chica pesada y arrogante. Supongo que encajaba bien. Lo miró a Suno y levantó la ceja.

-¡Te toca!

Suno miró hacia abajo, tratando de organizar sus pensamientos.

-Bueno. No sé si es mucho chisme, mis compañeros son muy buenos. Hikari es una chica muy apasionada... puede ser un poco descuidada, no... n-no importa. Es buena y me respeta y aprecia mucho. Creo que es mutuo. Mifumi es un chico muy honesto y claro, me siento muy cómodo cuando estoy con él. Supongo que es similar a lo que decía Boruto, me gusta tenerlo cerca. Es raro, sé que soy más fuerte que él en combate pero por algún motivo... me hace sentir seguro - se acomodó la bufanda, como si tratará de esconder su cara - Shizune nos ha cuidado mucho a los tres. Aprendimos mucho... ella me dijo que lo que yo tenía que aprender era muy distinto a lo que mis compañeros tenían que aprender. No es fácil para mí... digo... hay cosas que son fáciles para los demás que no lo son para mí. Pero los tres son muy pacientes conmigo, me siento muy afortunado de tener un equipo tan bueno.

Boruto Alt: Una Nueva VersiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora