𝐈. 𝐓𝐎𝐃𝐎𝐒 𝐂𝐎𝐍𝐓𝐑𝐀 𝐓𝐎𝐃𝐎𝐒

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Capítulo 1

En la bruma de un amanecer espeso y cargado de neblina en la isla Andrax, las olas rompían con furia contra las vastas rocas. El sonido de los cascos de los caballos resonaban contra el suelo arenoso, mientras que el príncipe Vermilion lideraba a su ejército bajo el estandarte de la casa Worwick. Los soldados luchaban implacables batiéndose a duelo contra los Skullen, un grupo de piratas que pretendían adueñarse de partes del mar de Almas que rodeaba las costas de Ravenmoort. 

Con sus armaduras y espadas bañadas en sangre, los soldados de la casa Worwick luchaban a muerte para por fin extinguir a los hombres que le habían arrebatado la vida al rey Valko I Worwick en batalla.

Y en medio de ellos se encontraba Vermilion, un guerrero feroz que disfrutaba el retumbar del choque del acero, motivando a sus soldados con cada uno de sus pasos y ataques sin piedad incitándolos a pelear a muerte tal y como el mismo lo hacía con frenesí que daba miedo de solo verle. Cada golpe que daba con su espada era acompañado por una risa casi maníaca y un brillo salvaje en sus hermosos ojos grises intensos al ver como cortaba a sus enemigos con precisión y furia; viendo como la sangre manaba de las heridas como un oscuro rocío que aumentaba su éxtasis.

NORTHLANDY – NORDHIA, CASTILLO WORWICK

Los gemidos intensos y descontrolados de la joven doncella que se encontraba ligeramente inclinada sobre el escritorio, resonaban con fuerza en la habitación y ante la intensidad del momento, el rey no dudó en cubrirle la boca con una mano, mientras se estocaba con fuerza contra ella, sintiendo que el clímax estaba cada vez más cerca y ante los acelerados movimientos, el placer lo alcanzó con una fuerte intensidad haciéndolo gruñir, mientras apretaba los dientes entregándose por completo al éxtasis.

Con la respiración agitada, él se apartó de la doncella tratando de recuperar el aliento tras la oleada de placer que había experimentado, mientras que la joven a su lado, también luchaba por recomponerse, sintiendo cómo las sensaciones de ese instante aún vibraban en todo su cuerpo.

—¿Te vas? —preguntó ella tratando de acomodar su vestido.

—Tengo asuntos que atender —respondió él esquivo acomodando sus pantalones.

La mujer se acercó a Darcel buscando tocar su rostro en un esfuerzo por tener un contacto más íntimo. pero él se hizo a un lado esquivándole sin disimular que no quería que le tocaran.

—No me toques.

—¡Por los dioses Darcel! acabamos de estar juntos.

—Eso es muy distinto. Que te use como mi puta no significa que dejes de ser la doncella de Valeria, así que tápate y ve por el té.

—¿Tan pronto? —se quejó—. Yo quería estar un rato más aquí contigo.

De manera salvaje, Darcel tomó a la doncella por el cuello y lo apretó con fuerza susurrándole al oído en un tono amenazante. —Vas a ir por el maldito té de inmediato y si no lo haces; yo lo averiguaré y te juro que si llego a enterarme de que no lo tomas, yo mismo con estas manos, te quebraré hasta el último de los huesos de tu cuello sin piedad hasta que la vida se te escape de los ojos ¿Entendiste? —él la soltó con brusquedad empujándola a un lado.

Antes de que la doncella reclamará, la puerta de la habitación fue tocada y de inmediato Darcel tomó a la mujer por el brazo y la arrojó dentro del cuarto de baño para poder atender a quien le buscaba.

—Sigan.

La puerta se abrió tras la orden del rey dejando ver a su concejero entrar en la habitación y de inmediato, él lord se percató del desorden sobre el escritorio entendiendo lo que estaba sucediendo.

𝐕𝐀𝐋𝐊𝐎: 𝐂𝐄𝐍𝐈𝐙𝐀𝐒 𝐂𝐎𝐋𝐎𝐑 𝐏𝐋𝐀𝐓𝐀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora