Zephiros x Genshin Impact

Capítulo 3: La chica nekomata

El sol se encontraba en lo alto del cielo, bañando con su cálida luz los pasillos de la Mansión Kamisato. Zephiros había pasado los últimos días profundizando sus lazos con Ayato, Thoma y Ayaka, estableciéndose como una figura familiar en el entorno.

Sin embargo, la inquietud que siempre lo acompañaba lo llevó a salir temprano aquella mañana, buscando algo de tranquilidad y quizá, un nuevo rincón de Inazuma por explorar.

Zephiros: es un gran día, un poco de descanso antes de iniciar con el día no viene mal.

Caminando por las calles del poblado cercano, Zephiros se dejó llevar por la brisa, disfrutando de la paz del lugar. Sin embargo, justo al girar en una esquina estrecha, sintió un impacto inesperado.

Zephiros: ¡Oh!

Una figura pequeña y ágil había chocado contra su pecho, tambaleándose brevemente antes de recuperar el equilibrio.

Era una chica nekomata, de orejas puntiagudas y ojos brillantes. Su expresión pasó rápidamente de la sorpresa al enfado.

Antes de que Zephiros pudiera reaccionar, la chica se levantó con una velocidad sorprendente y salió disparada, dejando atrás solo una estela de confusión en el aire.

Zephiros: ¿Qué fue eso...? ¿Por qué huyó tan rápido?

Desconcertado, Zephiros continuó su camino, pero la extraña reunión seguía rondando su mente. A lo largo del día, la imagen de la nekomata volvía a él, su actitud evasiva y su rostro brevemente visto en ese momento de contacto.

Más tarde, cuando el sol ya había comenzado su descenso hacia el horizonte, Zephiros decidió ir al mercado local para comprar algunos aperitivos.

Zephiros: (aunque ya han pasado varios días y mi presencia ya es conocida, aún hay ciertos individuos que les da curiosidad o miedo mi apariencia y más aún mis colas, que más que ser feos son una belleza y melodías inquietantes según ayato)

Zephiros: (en fin, lo que me es raro aun es lo que paso en la mañana, que chica tan rara era para empezar a correr asi)

Su mente aún estaba ocupada con los sucesos de la mañana, pero trató de concentrarse en las compras. Mientras seleccionaba algunos dulces tradicionales, una voz irritada se elevó detrás de él.

???: ¡Tú otra vez!

Zephiros se dio la vuelta para encontrarse, para su sorpresa, con la misma chica nekomata de esa mañana. Ella tenía las manos en la cintura, sus colas se movía de un lado a otro con impaciencia.

Zephiros: Oh, eres tú... Lamento lo de esta mañana. No era mi intención.

La nekomata frunció el ceño, aunque su actitud parecía más provocada por la frustración que por un verdadero enojo.

Nekomata: ¡Casi pierdo mi pedido por tu culpa! ¡No tienes cuidado!

Zephiros, notando que en sus manos llevaba una pequeña bolsa de tela con lo que parecían ser dulces, entendió su enojo.

Zephiros: Te pido disculpas de nuevo. No quise causarte problemas.

Zephiros: pero la culpa no fue solamente mía, ¿quien corre de esa manera en media calle?

Nekomata: bueno, sobre eso.

Zephiros: ya no importa.

Zephiros: ¿Qué tal si aceptas algunos de estos aperitivos como disculpa? Me haría sentir mejor saber que he compensado un poco mi error y parte de la culpa.