El cerebro de Hyunjin corrió a través de una rápida serie de emociones: shock, confusión, ira, incredulidad. Se apartó del tacto de Jeongin y dio varios pasos hacia atrás hasta que se topó con el catre y se dejó caer.
—¿Qué dijiste?
—Eres un íncubo —repitió Jeongin.
Imposible. Él era un vampiro. Se alimentaba de sangre, no de sexo. Antes de que fuera convertido, tenía un apetito saludable. Antes de conocer a su esposa, mantenía relaciones sin comprometerse, pero nada extremo; contaba a sus compañeras con los dedos de la mano. Él tenía una buena vida sexual con su esposa, Joy, pero no era como lo que un íncubo tenía. O al menos lo que él imaginaba era la vida sexual de un íncubo.
—No puedo serlo.
—Lo eres. Los íncubos tienen algo llamado soavik que, al igual que una bolsa de sangre, almacena la energía que recogemos cuando nos alimentamos. En nuestro idioma, muchos íncubos lo llaman una "glándula de seducción", pero odio el nombre. Tienes un soavik. Está ubicado en el centro de tus cuatro bolsas de sangre.
Jeongin dio un paso adelante y se sentó en el catre junto a Hyunjin. Una vez más, pensó en atacar a Jeongin, pero quería respuestas sobre quién y qué era, y sentado junto a Jeongin se sentía bien.
—Hábleme de tus padres —dijo Jeongin.
Hyunjin sacudió la cabeza.
—Soy huérfano, fui abandonado en un hospital cuando tenía sólo unos pocos días.
Quien lo dejó no le dejó más que un nombre de pila y ninguna otra indicación de dónde venía. La mayor parte de su infancia pasó sintiéndose como un pedazo de basura rotando de casa en casa. Pero eso fue antes de conocer a su esposa. Antes de tener una hija. Una hija que abandonó para mantenerla a salvo. La culpa fluía a través de él.
—Ya veo. ¿Cuántos años tenías cuando te convirtieron en un vampiro? Tu edad humana.
—Treinta y dos —Hyunjin pasó una mano por su cabello castaño, la cadena se sacudió cuando lo hizo—. No me alimento del sexo. No tengo alas ni cuernos, y no puedo seducir a una persona como tú.
—Tenemos una teoría sobre eso.
¿Tienen? ¿Quién más lo sabe? Ese súcubo pelirroja era una, ¿habían otros? Alguien había mencionado un rey…
—Los íncubos sufren algunas transformaciones importantes en su vida. La primera es cuando llegan a la mayoría de edad. Por lo general se lleva a cabo durante los últimos años de la adolescencia. Ganamos nuestras alas, cuernos, garras y otras cosas durante este tiempo. También aprendemos a encantar nuestros cuerpos como una forma de hacernos más atractivos a cualquier ser humano que estemos cazando.
—Así que, es una pubertad de íncubos. ¿Cuántos años tenías?
—Tenía diecisiete años cuando empece con el cambio. Gané la mayor parte de mi poder durante mi segunda y tercera transformación —Jeongin sonrió y frotó los dedos por la sien de Hyunjin, a través de su oreja y luego por la parte posterior de su cuello.
Hyunjin tembló.
—Hay algo maravilloso en ti. Todo es nuevo y fresco. Todo te asombra. Es algo que ya no veo mucho. Eres diferente a todo lo que he visto.
¿Lo era? O tal vez Jeongin estaba jugando con él. Tal vez fue así como controló a los otros vampiros.
—Creemos, y ten en cuenta que esto es solo una teoría, que naciste un íncubo y justo después de que tu transformación comenzó, un vampiro te convirtió, congelando la transformación en tus primeras etapas. Significa que tienes el soavik pero ninguno de nuestros rasgos físicos, que vienen hacia el final de la transformación. Ahora, nada de esto debería ser posible, ya que los vampiros solo pueden convertir a los seres humanos, pero aquí estás.
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Captive: Beautiful Monsters
FanfictionHyunjin ha pasado siete años luchando contra la insaciable hambre de sangre que lo consume. Incapaz de impedir que el vampiro dentro de él sea la presa de los seres humanos, se mantiene confinado a una existencia solitaria. Todo cambia la noche en q...