Hyunjin estaba realmente cansado de que lo dejaran inconsciente. Despertar desorientado y sin conocer sus alrededores era terrible. Abrió los ojos y se asustó por medio segundo, luego se dio cuenta de que estaba en el catre desplegable en la habitación de Jeongin.
Una vez más, cadenas iban por la pared hasta sus esposas y cuello, pero con bastante flojera. La pared había sido reparada y, si el tuviera que adivinar, reforzada. La habitación estaba impecable, como siempre.
No tenía una camisa y vestía jeans, pero no tenía medias ni zapatos.
Jeongin dormía sobre sus sabanas, rodeado de reportes. Una Tablet estaba bocabajo sobre su pecho, como si se hubiera quedado dormido mientras leía. Vestía pantalones de tela y una camiseta con botones, arrugados por haber dormido con ellos. Iba a odiar eso cuando lo despertara.
Hyunjin se sentó en silencio y pasó su mano por su pecho, chequeando el lugar donde la estaca lo había perforado. No había herida. Todas sus otras heridas habían sanado bien y no tenía hambre. Debió haber hecho un viaje a la enfermería. Unos cuantos días, al menos, debían haber pasado desde el ataque.
Dejó que sus ojos exploraran la habitación, memorizando sus contenidos en caso de que Chan le preguntara por ello. Estudió los libreros y leyó los títulos y los autores de cada libro. Notó que armas colgaban de la pared y cómo se veía cada pieza de arte, junto con las estatuas y las baratijas que había por la habitación.
Una estatua, en particular, atrapó su mirada: un busto de mármol blanco de una hermosa mujer. Cuando sus ojos cayeron sobre ella, se sintió en paz.
Después de unos minutos, se había aprendido de memoria toda la habitación. Él no quería pasar su tiempo viendo como Jeongin dormía y arriesgarse a ponerse incómodamente duro, así que en vez cerró los ojos y busco con sus sentidos. La magia que prevenía que escuchara dentro no parecía prevenir que escuchara por fuera. Una vez que contó todas las personas en la fortaleza, sin inmutarse de que el número de cazadores en patrulla se había duplicado, se quedó escuchando música mientras esperaba.
—¿Cuánto tiempo has estado despierto? —una voz sedosa y masculina le preguntó.
Hyunjin abrió los ojos y sonrió mientras Jeongin se desperezaba.
—No mucho tiempo, Maestro, tal vez quince minutos.
Jeongin comenzó a ordenar los reportes en su cama.
—¿Qué estabas haciendo justo ahora?
—Unas habitaciones más allá, alguien está tocando el Concierto de Violín de Tchaikovsky. Lo estaba escuchando.
Jeongin pareció sorprenderse. Hyunjin sabía que no se veía como la persona que escuchara conciertos. Siempre sorprendía a los demás cuando se enteraban.
—¿Disfrutas de Tchaikovsky?
—A mi esposa le gustaba. Ella era una violinista y podía tocar a la perfección. ¿Cuánto tiempo he estado inconsciente? —preguntó, cambiando el tema por miedo de que el dolor lo asaltara.
Jeongin alisó las sabanas de su cama.
—Cinco días.
—¿Tanto tiempo? Debería haber sanado más rápido.
Hyunjin se paró y se estiró, no le pasó por alto que Jeongin lo estaba observando.
—Sanaste rápido. Te tuve inconsciente por unos cuantos días más.
—¿Por qué?
Jeongin fue hacia su closet por unos momentos y luego volvió con un traje limpio en un armador; lo dejó en su cama y comenzó a desabotonarse la camisa.
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Captive: Beautiful Monsters
FanfictionHyunjin ha pasado siete años luchando contra la insaciable hambre de sangre que lo consume. Incapaz de impedir que el vampiro dentro de él sea la presa de los seres humanos, se mantiene confinado a una existencia solitaria. Todo cambia la noche en q...