Capítulo 7

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No digas ni una palabra. Hagas lo que hagas no la jodas. Seungkwan siguió repitiendo esas palabras una y otra vez en su cabeza. Estaba decidido a comportarse lo mejor posible. Maldita sea, si Dan no la estaba poniendo difícil, sin embargo.

Primero, estaba el aspecto del tipo. Seungkwan nunca culparía al hombre por sus ojitos marrones y brillantes, su bigote ralo y labios finos. La mayoría de la Ratas tenían los mismos rasgos, así que no era que Dan pudiera evitarlo, pero el brilloso traje morado de tres piezas era otro asunto. Seungkwan se sentía medio tentado de preguntarle a la Rata si se estaba preparando para su show en Las vegas o algo.

Segundo, sin embargo, era el hecho de que el tipo llevaba bastón, uno que tenía una cabeza de gato de bronce. Era casi como si Dan estuviera tratando de vestirse como la Rata villana de todos los dibujos animados de gatos. Mientras que el tipo creía que se veía elegantísimo, a Seungkwan le estaba tomando todo su autocontrol para no sacudir la cabeza.

Seungkwan podía entender un pobre sentido de la moda. Las diosas sabían que la mayoría de los Asesinos no lo tenía, pero lo que Dan hacía era un juego totalmente nuevo. Manchaba el nombre de todas las Ratas. Seungkwan quería tanto preguntarle dónde estaba su fedora, pero mantuvo su parloteo callado. Después de todo, una promesa era una promesa.

—Déjame adivinar, este es el Seungkwan del que tanto he escuchado hablar —Dan dijo.

—Mi reputación me precede —Seungkwan respondió, teniendo cuidado de mantener su voz libre del sarcasmo.

—Sí, inclusive sabía quién eras antes de que todo este problema te siguiera a Flint. No ocurre todos los días que haya un Asesino que pueda superar las rarezas de Donhyun. Pensé que ese felino había acaparado el mercado de los locos como una cabra —Dan sonrió con arrogancia.

Seungkwan moría por demostrarle a la Rata qué tan loco como una cabra podía ser, pero se contuvo. Necesitaban esa información, y realmente eran superados en número en ese instante. Aunque con toda probabilidad Minghao y él podrían pelear para salir de ahí, Seungkwan no quiso correr el riesgo.

—Gracias —Seungkwan dijo.

Imaginó que mientras mantuviera las cosas en corto y simples, no tendría ningún problema. Solo esperaba que no estuvieran ahí por mucho tiempo. Seungkwan no había estado bromeando sobre atrapar alguna enfermedad con toda esa mugre. Aunque los cambiaformas no podían coger enfermedades regulares, no iba a tentar su suerte. Así como estaban, iba a tener que restregar sus zapatos en cuanto llegara a casa.

—No se suponía que fuera un cumplido, Tigre —la Rata ladró. Seungkwan se medio encogió de hombros y se volteó hacia Minghao.

Hasta Seungkwan sabía que era mejor que el Petauro manejara la conversación, lo que solo demostraba lo enrevesadas que estaban las cosas.

—¿Sabes dónde está Rom? —Minghao preguntó.

—No él, pero a lo mejor tengo una pista sobre uno de sus soldados.

¿El nombre de Dollen significa algo para ustedes? —Dan preguntó.

—De hecho, sí —Minghao se inclinó más—. Ahora, por qué no eres un buen informante y nos dices ¿dónde está?

—Se está quedando en un hotel de mierda en Dort Highway —Dan dijo.

—Vas a tener que ser un poquito más específico —Seungkwan lo cortó

—Hay un montón de hoteles de mierda en ese sitio.

Dan le lanzó una mirada sucia.

—El que está justo al lado de la estación de gasolina que fue quemada hace una semana. No estoy seguro, pero los rumores dicen que Dollen tuvo algo que ver con eso. Supuestamente se peleó con un cambiaforma Lobo y las cosas se salieron de las manos un poco.

Serie de la HdA 04 - La Venganza de SeungkwanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora