Maldita sea, aun sin tocarlo, Seungkwan estaba demostrando ser una gran distracción. Aunque la casa en la que se habían escondido olía a polvo, podredumbre y basura, Minghao todavía podía detectar el decadente olor del Tigre. Era tan malo que Minghao tuviera que resistirse a la tentación de inclinarse más para sentir mejor el olorcito.
Está bien, por fin estaba dispuesto a admitirlo. Estaba hasta el perno por Seungkwan. Tanto, que Minghao estaba seguro de que nunca sería capaz de alejarse del otro Asesino. No sabía si era justo que Seungkwan cargara con un Asesino roto como compañero, pero Minghao sabía lo que su corazón quería. Nada más que Seungkwan sería bueno para él.
Ahora, todo lo que Minghao tenía que esperar, era que Seungkwan correspondiera a sus sentimientos.
Claro, Seungkwan quizás estuviera interesado en tontear, pero Minghao aún no estaba seguro de que el Tigre quisiera algo más. Todo lo que Minghao podía hacer, era agarrarse a la esperanza de que no terminaría con el corazón partido.
¿Corazón partido? Si la situación no fuera tan seria, Minghao se hubiera sentido tentado a reírse ante esas palabras. Nunca se hubiera imaginado que se aplicarían a él, y sin embargo, ahí estaba, abierto y expuesto. Poco sabía Seungkwan de la clase de poder que tenía en sus manos. Podía destruir a Minghao con nada más que unas cuantas palabras. Ese pensamiento asombró y aterrorizó a Minghao por igual, aunque no lo detuvo.
—Creo que veo algunos Cuervos. ¿Dan no dijo que Dollen tenía a otra ave trabajando con él? —Seungkwan preguntó mientras miraba con atención por los binoculares.
Minghao suspiró y levantó los suyos. Eran de alta potencia y estaban equipados con visión nocturna, así que a pesar de que estaba oscuro, Minghao todavía pudo ver al par de cambiaformas claramente. Aunque ninguno de los dos parecía ser Dollen, uno de ellos todavía logró picar el interés de Minghao.
El hombre era delgado, pero eso no lo hacía verse menos peligroso.
Tenía puesto un voluminoso abrigo negro, pero eso no evitó que Minghao pudiera detectar las muchas armas que el Cuervo intentaba esconder. Parecía ser un poco joven para ser un Asesino, pero eso podía ser engañoso. Xiumin, uno de los Asesinos más peligrosos que Minghao conocía, parecía un ángel, sin embargo, podía cortar la garganta de cualquiera antes de que tuviera la oportunidad de parpadear dos veces, siquiera.
Como la mayoría de los Cuervos, este tipo tenía el pelo negro, sin embargo, había algo distinto con sus ojos. Minghao no pudo identificar qué era exactamente, ya que estaba usando los malditos binoculares, pero había algo extraño en ellos. Seguro como el diablo que no eran esas habituales cosas oscuras y frías que los pájaros tenían.
—Creo que el más pequeño es el compañero de Dollen —Minghao dijo.
—De acuerdo. Ningún cambiaforma normal llevaría tantas armas, ni siquiera uno que estuviera buscando problemas.
Minghao se sintió orgulloso de que Seungkwan hubiera detectado las armas también. Le permitía saber que el Tigre estaba prestando atención y lograba mantener la cabeza en el juego. Lo que era una gran hazaña, dado todo el problema que le estaba cayendo encima.
Lo que hizo que Minghao se preguntara qué sentiría Seungkwan sobre tener que enfrentar a Rom de nuevo. El Tigre tenía que saber que era una posibilidad real. A Minghao le preocupaba que Seungkwan se quebrara cuando tuviera que ver a su abusador otra vez. O peor. Seungkwan podía meter la pata de alguna manera durante la cacería, porque toda la mierda podría traer de vuelta los malos recuerdos.
—¿Estás bien? —Minghao preguntó suavemente.
Seungkwan bajó lentamente sus binoculares mientras le lanzaba una mirada confundida.
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Serie de la HdA 04 - La Venganza de Seungkwan
FanficSerie de la Hermandad de Asesinos 04 - La Venganza de Seungkwan RESUMEN Cada vez que Seungkwan se voltea, alguno de los líderes de la Hermandad de Asesinos le está diciendo cómo hacer cada cosa. ¿Cómo no va a creer que es el que está jodido en el...