Capítulo 16

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Minghao y Seungkwan se quedaron en la cama por un par de horas más.

No hicieron el amor de nuevo. Simplemente se abrazaron y conversaron. Minghao bebió de todo lo que Seungkwan tenía que decir. Algunas de las historias del Tigre eran tan graciosas que Minghao se rió más en ese poco tiempo, de lo que se había reído en toda su vida.

Seungkwan lo estudió de muy cerca.

—Me gusta verte así.

—¿A qué te refieres?

—Feliz. Después de todo lo que has pasado, te lo mereces. Minghao agarró la mano de Seungkwan y le besó los dedos.

—Tú has pasado por cosas peores —Minghao le recordó.

—Ambos fuimos criados como Asesinos. Nadie debería vivir eso.

—Que es la razón por la que vamos a hacer todo lo que podamos para parar el tráfico. Entonces ningún otro niño tendrá que vivir así.

—Ojalá, Dollen nos diga dónde está Rom. Ese sería un gran paso.

—Estoy seguro de que algunas sesiones con Xiumin lo harán abrir la boca.

—Estoy seguro de que yo hablaría, maldición —Seungkwan se estremeció—. Xiumin es un tipo aterrador. Me alegra que estemos en el mismo bando. Mientras me deje matarlo, no me interesa en dónde tengan a Dollen. De hecho, mientras más lejos esté esa alimaña de mí, mejor.

—No es que tengamos una cárcel aquí. He escuchado que tienen toda una instalación en la Coalición.

El sonido de sus teléfonos celulares se disparó, alertándolos de que tenían un mensaje de texto. Minghao soltó un gruñido. Solo podía ser Jaebeom, lo que quería decir que su tiempo juntos había llegado a su final. Había sido tan bueno, también. Bueno, irían abajo y terminarían con la reunión. Entonces podrían regresar arriba y no bajar hasta que tuvieran una nueva misión.

Seungkwan salió de la cama y agarró su teléfono. Tuvo que buscarlo por un rato, ya que sus ropas estaban por todo el lugar. Cuando se agachó, Minghao tuvo una bonita vista del culo del Tigre. Se veía formidable, sobre todo en el pantalón de Minghao. Se aseguraría de que Seungkwan se pusiera más ropa suya en el futuro.

—Ya están de vuelta y necesitan que bajemos ahora mismo — Seungkwan frunció el ceño—. Dice que hay alguien con quien necesito hablar. Me pregunto quién será.

—Solo hay una manera de averiguarlo —Minghao se levantó y fue hacia la puerta.

Bajaron. Las reuniones normalmente se llevaban a cabo en el lobby, pero ninguno de los líderes estaba ahí. Minji señaló hacia la oficina. No se veía feliz, para nada. Sus labios estaban apretados, y tenía una mirada dura.

—Te están esperando. Si me necesitas para matar al hijo de puta, todo lo que tienes que hacer es preguntar —le dijo a Seungkwan.

Confundido, Minghao abrió el camino a la oficina. Por la manera en que Minji estaba actuando, medio esperaba que Dollen estuviera ahí. En su lugar, encontraron a los jefes parados alrededor de una silla. En ella, había un cambiaforma Cuervo. Parecía ser más joven que Seungkwan. Su cara estaba toda raspada y tenía el comienzo de un bonito ojo

negro. Sus manos estaban atadas a la espalda y tenía una mirada de puro terror en el rostro.

—¿Qué carajo? —Seungkwan preguntó—. ¿Quién es este?

—Esperábamos que tú nos lo dijeras —Seunghyun dijo—. ¿Te es familiar? Seungkwan se inclinó más cerca mientras estudiaba al ave.

—Dios mío, Seulki, ¿eres tú?

Serie de la HdA 04 - La Venganza de SeungkwanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora