—No sabía que eras tan estúpido, Kim Dan. ¿O quizás deberia llamarte Kim Aerin? Ahora que no está ese maldito cabrón, no tengo por qué seguir tratándote como algo que no eres.
Dan se giró hacia el lugar dónde provenía la voz, con su corazón latiendo fuertemente. Allí, en medio de la penumbra, pudo distinguir la silueta de Sunho con una sonrisa burlona, iluminada por la luz de la salida de emergencia.—¿Qué quieres, Sunho? —preguntó Dan tratando de mantener la calma.
Sunho se acercó lentamente, con una expresión que mostraba una evidente satisfacción, incluso en la oscuridad.
—Pensé que sería obvio. Todo esto, el trabajo, el gimnasio... ¿ Eres tan imbécil para no darte cuenta? Jajajaja. Queríamos asegurarnos de que no te escaparas tan fácilmente.
Dan tragó saliva. Las sospechas que había tenido sobre el spray de lesiones y la derrota de Jaekyung empezaron a encajar.
—¿Qué has hecho? —exigió saber Dan.
Sunho se reía descontroladamente, sin éxito de contener su risa.
—Lo de Jaekyung fue solo el comienzo. Necesitábamos asegurarnos de que no pudiera competir durante un tiempo, y tú eras la distracción perfecta. ¿Realmente pensaste que podías ser parte de este mundo sin consecuencias? — dijo Sunho propinándole una bofetada en la mejilla.
Dan cayó bruscamente al suelo, y antes de que Dan pudiera responder, Junmin apareció detrás de Sunho, imponiéndole aún más temor con tan solo su presencia.
—Sunho, no seas tan duro con ella, al fin y al cabo es una mujer, es más débil que nosotros—dijo Junmin con una voz suave, pero amenazante—. Deberías haberte quedado en tu lugar y haber muerto aquel día, maldita perra. Al parecer Jaekyung tiene un extraño gusto con los enfermos travestis como tú. Qué pena que no puedas agradecerle, gracias a él fue muy fácil encontrarte. Vamos a darle otro pequeño susto a Jaekyung, vamos a hacerte lo mismo que a su querida amiguita.
Dan quedó impactado ante aquella confesión. ¿ Acaso se refería al difunto amigo de Jaekyung?
Antes de que Dan pudiera moverse, Sunho y Junmin lo acorralaron, arrodillándose a su altura.
— Hey, mira lo que te buscaste tu sola. ¿ Tanto te costaba aceptar que eres una mujer o debo demostrartelo de nuevo? Mierda, todo por tu maldito capricho de ser hombre, has arruinado tanto tu vida como la nuestra. Me repugna la gente como tú, aunque echo de menos tu linda voz. ¿ Qué tomaste para que esté así? Luces más marimacho que hace unos años.
Dan se mantuvo en absoluto silencio.
— No piensas responder, ¿ eh? Está bien— Sunho lo golpeó en el estómago, haciendo que Dan se doblara de dolor.
—Esto es solo el comienzo —dijo Sunho mientras continuaba golpeándolo— No entiendo cómo pueden darle testosterona a bichos raros y trastornados como tú. Dime, ¿ qué eres?
— Soy un hombre— dijo Dan con una mirada seria y fulminante, recibiendo un fuerte golpe del contrario.
—¿Cómo? ¿ Puedes repetirlo? ¿Que eres un qué?
— Soy...un hombre— dijo Dan con dificultad recibiendo otro fuerte golpe.
— Umm, vaya. Parece que no nos estamos entendiendo, déjame ayudarte. Repite conmigo: soy...una...mujer. Ahora dilo tú.
— ¡ Te he dicho que soy un hombre!— gritó furioso Dan.
— Vaya, parece que no nos dejas otra opción— añadió Junmin.
Junmin se unió, y entre ambos lo maltrataron repetidamente, golpeándolo sin piedad. Dan intentó defenderse, pero estaba bastante debilitado.
— No quiero matarte aún, debes sufrir más. Junmin, ayudame a quitarle la ropa— dijo Sunho sonriente.
— N-no, por favor, dejadme ir, b-basta— dijo Dan totalmente desconsolado, ahogándose con su propio llanto.
— Mierda, parece que tienes fuerzas para hablar aun, ¡cállate ya¡— gritó Junmin asestándole otra bofetada.
—¡Ja! Vaya, esto es nuevo— dijo sorprendido Sunho al ver el cuerpo desnudo del mayor— Qué pena, ahora si que echaste tu cuerpo a perder, perdiste la mejor parte de una mujer: los pechos. De verdad que es una pena, eh? Verdad, Junmin?
— Mientras no tenga pene me da igual jajaja. De seguro estaba ya casi plana.
— Si, cierto JAJAJA. Aún lo recuerdo cuando la desnudamos hace unos años, fue tan decepcionante que apenas tuviera tetas, que no puedo borrar esa imagen de mi cabeza Jajaja.
— Maldito adicto a las tetas. Cállate tú también, que asco jajaja. Bueno, continuémos. Como bien has dicho, esto tan solo es el principio— sonrió maliciosamente Junmin.
— Ugh, mira. Sigue sin tener pene jajaja. ¿ No te has animado aún a ponerte una polla, eh?— abofeteaba Sunho a Dan— Una maldita pobre como tú no podría costeárselo de todas formas.
Finalmente, después de las continuas gompizas, Dan quedó inconsciente. Estos aprovecharon el momento para arrastrarlo de las piernas hacia el sotano del gimnasio.
— Oye, Junmin. ¿ Y si Jaekyung viene a por nosotros?— dijo Sunho algo preocupado.
— Imposible, me he enterado que la trató como la mierda tras el combate y la mandó lejos de su vista. El muy imbécil creyó que fue Aerin quién saboteó el spray, maldito idiota JAJAJA. No ha cambiado nada, siempre con ese carácter de mierda. Su enorme ego no lo hará arrastrar su culo hasta aquí. Así que, no te preocupes— sonrió Junmin a Sunho— Ahora, ayúdame a atarla, no sabe lo que le espera.
Debido a los horrorosos golpes que había recibido el mayor, le demoró dos días despertar. Su visión estaba distorsionada y un punzante dolor hacía que su cabeza palpitara con fuerza.
— Vaya, vaya, finalmente despertó la princesa. No me gusta que me hagan esperar, sabes? Espero que hayas descansado muy bien porque hoy te lo vas a pasar en grande— dijo Junmin con una enorme sonrisa en el rostro.
Dan no podía formular palabra alguna debido al dolor que sentía. Bajó su mirada, encontrandose totalmente desnudo y atado por las extremidades a una cama. De su boca solo salían jadeos y quejidos de dolor.
— He sido considerado y te administré un poco de felicidad en tus venas, para que te lo pases en grande— dijo agarrando un frasco con una extraña droga— Pero esto solo es un pequeño detalle, el verdadero regalo está a punto de llegar.
Tras ello, las puertas del sotano se abrieron, mostrando a una multitud de hombres de mediana edad.
— Bienvenidos. Lo prometido es deuda. Pero primero, el dinero— dijo extendiendo la mano.
Dan apenas podía mantener la consciencia, observaba con extrañeza aquella situación.
— Bueno, todo listo. Me hubiera gustado estrenarte yo mismo, pero me das asco. Además, seguro que el marica de Jaekyung ya te folló ese agujero tuyo— se rió —En fin, espero que lo disfrutes— dijo Junmin agarrando su rostro con fuerza y dejandolo a solas con aquellos hombres.
Continuará...
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Remontando al pasado. Kim Dan Trans (Jinx)
Fiksi Penggemar¿ Qué pasaría si Dan fuese trans? Kim Dan es un fisioterapeuta trans que comienza a trabajar como el fisioterapeuta personal del famoso boxeador Joo Jaekyung. Mientras se adapta a su nuevo trabajo, Dan se enfrenta a los traumas y acoso recibido en s...