Spring Snow

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Jungwon no recuerda haber estado nunca tan nervioso como estaba ahora, sintió un malestar en el estómago tan pronto como abrió los ojos en la mañana, pero se fue intensificando a medida que los minutos avanzaban, acercándolo al momento que tanto teme: la llegada de su familia a Seattle. Lo que significa que están a unos cuantos minutos de conocer en persona a su prometido.

Y no teme por Jay; es el hombre más maravilloso que ha conocido en su vida. Simplemente, su vida estaba vacía sin él. Pero ahora, más que nunca, sentía que tenía algo que podía perder, y no estaba dispuesto a hacerlo.

Por eso la idea de que su familia coreana lo conozca, le aterra. Jungwon es el hijo menor, su hermana mayor ya está casada y tiene un adorable bebe, por lo que su sexualidad y estilo de vida, nunca fueron muy cuestionadas por sus padres. Ya tenían alguien que les diera nietos. Pero eso no evitaba que Jungwon fue excepto de las tradiciones, las malditas tradiciones.

Cuando les comento que tenia un novio hace tres años, la primera pregunta que recibió fue sobre si era coreano o no, punto super importante para sus padres. Afortunadamente Jay era mitad coreano y norteamericano, por lo que sus padres simplemente hicieron como si la parte norteamericana no existiera.

No fue hasta que les anuncio que se casarían, que las cosas se salieron un poco de control. Tuvo que escuchar largos discursos por llamadas telefónicas sobre porque deberían casarse en corea, lo cual Jungwon no entendía por que les era tan difícil entender que su matrimonio no seria legal si viajaban a casarse a corea. Además, no tenía sentido alguno que, si ambos vivían en estados unidos, sus vidas estaban echas aquí, ¿Por qué diablos deberían ir a casarse a otro país?

En fin, aquello debió darle una señal a Jungwon, de que los próximos seis meses antes de boda serian un constante pagar llamadas internacionales, solo para recibir "consejos" sobre cómo debería ser todo, la lista de invitados que su madre aprobaba, el tipo de comida que deberían servir, el local, etc.

Su mamá a los tres meses amenazo con viajar ella misma para organizar la boda, Jungwon termino volviendo a sus clases de yoga, porque necesitaba reducir el estrés, pero ahora mismo, cuando solo faltan minutos para enfrentar el ver a sus padres luego de un año en persona, podría fácilmente caerse desmayado.

Jay, a su lado, mantuvo su agarre firme sobre su mano, como un ancla. Él se había portado tan dulce como siempre, les había conseguido boletos de avión a sus padres y otro a su hermana y cuñado, las personas justas que Jungwon necesitaban que viajaran desde la otra punta del mundo a su boda.

Cuando las puertas automáticas del aeropuerto se abrieron, ahí estaban: sus padres, su hermana y su esposo, empujando un cochecito con el adorable bebé de la familia. Y justo detrás de ellos... Heeseung. ¡Heeseung!

Jungwon sintió cómo el corazón le daba un vuelco. No lo había visto en años, y no esperaba verlo ahora, aquí, al lado de su familia.

Su hermana fue la primera en correr a envolverlo en sus brazos. —Juro que yo no tuve nada que ver. —murmuró en voz baja antes de soltarlo. Jungwon Intentó mantener la compostura mientras su madre se acercaba, sonriendo radiante como si todo fuera perfectamente normal.

—¡Cariño! —exclamó su madre, envolviéndolo en un abrazo apretado—. ¡Mira lo guapo que estás! Aunque estás un poco más delgado, ¿has estado comiendo bien?

—Estoy bien, mamá. —respondió Jungwon con una sonrisa tensa, echando un vistazo a Heeseung, que estaba justo detrás de su padre.

—Oh, mira a quién trajimos. —agregó su madre, sin dejarlo ni un segundo para procesar. —¡Heeseung! Nos pareció una idea maravillosa invitarlo. Después de todo, es parte de la familia.

Jungwon parpadeó, confundido. ¿Heeseung? Parte de la familia... ¿Qué?

Antes de que pudiera decir algo, su padre intervino, dándole unas palmaditas en la espalda como si esto fuera la cosa más normal del mundo.

—Sí, hijo, pensamos que sería genial que Heeseung estuviera aquí con nosotros. Él también es como un hijo para nosotros ¿Verdad?

Jungwon soltó una risa nerviosa. —Claro, papá... pero ¿no deberían haberme avisado antes? ¿O preguntado?

Su madre agitó la mano en el aire como si aquello no tuviera importancia. —Oh, no te preocupes por eso. Sabíamos que estarías encantado. Y, además, Heeseung ya tenía tiempo libre y nos ayudó mucho durante el viaje. ¡Así que todo salió perfecto!

Jungwon tragó saliva, intentando procesar todo. Jay, con su sonrisa tranquila y siempre amable, saludó a sus futuros suegros.

—Hola, señor y señora Yang. —dijo Jay, inclinándose en señal de respeto. —Espero que hayan tenido un buen vuelo.

La madre de Jungwon sonrió, aunque no dejó de echar un vistazo rápido a Jay de arriba abajo, como evaluando cada detalle. —Oh, el vuelo fue largo, pero Heeseung estuvo ahí para ayudarnos, así que todo fue bien.

Jay se miraba confundido. —¿Heeseung?

—Jungwon. —dijo Heeseung, dándole un abrazo amistoso. —¡Lo lamento mucho! Debí considerar que era extraño que me invitaras a tu boda y encima con pasaje aéreo incluido. Pero me alegra mucho volver a verte.

—No entiendo nada, ¿es un primo tuyo?

Jungwon abrió la boca, pero no salió ninguna palabra. En cambio, soltó una risa nerviosa, porque realmente, ¿Qué más podía hacer? Era obvio que sus padres lo habían hecho sin consultar, y ahora tenía que lidiar con ello.

—¿Primo? Heeseung es el ex novio de Jungwon. —Dijo su madre como si estuviera muy orgullosa de aquello.

Jay se limitó a sonreír con esa calma tan suya. —Jay. —dijo, extendiendo la mano hacia Heeseung. —Soy el prometido de Jungwon. Mucho gusto.

Heeseung estrechó la mano de Jay, su expresión imperturbable, aunque sus ojos parecían estudiar a Jay con detenimiento. —Heeseung. Igualmente.

Jungwon miró la interacción con una mezcla de incomodidad y resignación. El caos que sus padres habían causado al añadir a Heeseung a la ecuación no dejaba mucho espacio para sentir que podía respirar en paz. Mientras tanto, Jay mantenía su sonrisa serena, como si todo estuviera bajo control.

—Bueno. —dijo Jungwon, tratando de tomar el mando de la situación. —¿Por qué no recogemos su equipaje y les mostramos el hotel? Seguro que están cansados después del vuelo.

—¿Hotel? —La ceja de su madre se arqueó levemente. —Pensé que podríamos quedarnos en la casa de los padres de Jay.

Jungwon sintió cómo el calor subía por su cuello. —Mis padres viven en una casa más pequeña desde que mi hermano y yo nos mudamos, así que no hay suficiente espacio. Pero el hotel que elegimos es muy cómodo y cercano a nuestra departamento. Les encantará.

La madre de Jungwon apretó los labios por un momento, claramente incómoda, pero no dijo nada más. Su padre, por otro lado, solo asintió, aparentemente más interesado en llegar al hotel para descansar del largo vuelo. Jungwon intercambió una mirada de alivio con Jay antes de que se volvieran hacia el grupo.

Jay, con un guiño y una sonrisa, tomó la mano de Jungwon. —Prometo que el hotel es muy cómodo. Además, reservamos habitaciones continuas, por lo que estarán todos en el mismo piso.

Mientras todos se dirigían a la zona de recogida de equipaje, Jungwon sintió un alivio pasajero al ver a Jay manejar la situación con tanta elegancia. Aunque la presencia de Heeseung era una sorpresa monumental, al menos estaba con un hombre que sabía hacer el aire menos denso. Con un suspiro profundo, se preparó para la próxima fase de esta inesperada visita familiar.

Esto iba a ser una aventura mucho más complicada de lo que Jungwon había anticipado.

|nueva historia corta jaywon <3 espero les guste | 

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