El viernes se presentó con una brisa suave y un cielo parcialmente nublado. Sparta y Raptor se habían visto esa mañana en la escuela, y sus miradas intercambiadas estaban llenas de complicidad y emoción.
Las horas en el aula parecían eternas, y Sparta se encontraba distraído, pensando en la conversación que había tenido con Raptor. La declaración de sentimientos y el beso aún resonaban en su mente. Al final del día, no pudo evitar sentirse ansioso por el próximo encuentro.
Después de clases, se encontraron nuevamente en el parque, el lugar que había sido testigo de su primer beso y ahora se convertía en su refugio habitual. Sparta llegó antes y se sentó en el banco donde solían conversar, disfrutando de la tranquilidad del atardecer.
Raptor llegó poco después. Al ver a Sparta, se acercó y lo saludó con un abrazo cálido. Sparta correspondió, sintiendo la familiaridad y el cariño de ese simple gesto.
—Hola —dijo Raptor, sonriendo al separarse del abrazo.
—Hola —respondió Sparta, devolviendo la sonrisa—. ¿Cómo estuvo tu día?
—Largo, pero esperaba este momento —dijo Raptor, riendo suavemente—. Estoy emocionado por pasar tiempo contigo.
Se sentaron en el banco, disfrutando del suave resplandor del atardecer. El sol comenzaba a ocultarse, tiñendo el cielo de tonos cálidos.
—Estaba pensando en lo que podríamos hacer este fin de semana —dijo Raptor—. ¿Te gustaría hacer algo especial? Algo que nos permita disfrutar de nuestro tiempo juntos.
Sparta lo miró con interés.
—Sí, claro. ¿Qué tienes en mente?
Raptor se inclinó hacia adelante, como si estuviera a punto de revelar un secreto.
—Hay un mercado local que abre los fines de semana. Tienen un montón de cosas interesantes. Creo que sería divertido pasear por allí, probar algunas comidas y simplemente disfrutar del día.
Sparta sonrió, entusiasmado con la idea.
—Eso suena genial. Me encantaría hacerlo. Será una gran oportunidad para pasar tiempo juntos y descubrir cosas nuevas.
Raptor asintió, su sonrisa ampliándose.
—Perfecto. Estoy deseando ir contigo.
La conversación fluyó de manera natural mientras paseaban por el parque. Hablaron de sus intereses, sus planes y cómo se sentían ahora que estaban juntos. La conexión entre ellos se sentía más fuerte que nunca.
Cuando la noche empezó a caer, se encontraron en un rincón tranquilo del parque, iluminado por las luces suaves de los faroles. El sonido de las hojas susurrando en el viento creó un ambiente íntimo.
—Estos días contigo han sido realmente especiales —dijo Sparta—. Me siento más cercano a ti que nunca.
Raptor lo miró con una sonrisa sincera, tomando la mano de Sparta con ternura.
—Yo también me siento así. Estar contigo me hace muy feliz.
Sin más palabras, Raptor se inclinó hacia adelante y le dio a Sparta un beso suave, lleno de ternura. Sparta respondió con el mismo afecto, disfrutando del momento.
Al separarse, ambos sonrieron, sabiendo que ese simple gesto expresaba mucho más de lo que podían decir con palabras.
—Gracias por estar aquí —dijo Sparta—. Me alegra mucho pasar tiempo contigo.
—A mí también me alegra —respondió Raptor—. Estoy disfrutando cada momento que pasamos juntos.
Tomados de la mano, comenzaron a caminar de regreso. La noche estaba tranquila y agradable, y cada paso que daban juntos parecía reafirmar lo que ya sabían: estaban contentos con lo que tenían.
Al llegar a la puerta de su casa, Sparta miró a Raptor con una sonrisa cálida.
—Nos vemos mañana en el mercado —dijo Sparta, su voz llena de entusiasmo.
—Sí, nos vemos —respondió Raptor, devolviendo la sonrisa.
Se despidieron con un último abrazo, sintiendo que todo estaba en su lugar. Mientras Sparta se dirigía a su casa, se sintió contento y en paz, sabiendo que lo que compartían con Raptor era auténtico y especial.
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Colores Opuestos (Spartor)
Fiksi PenggemarUna historia de romance escolar entre dos chicos cuyas diferencias los unen, desvelando un amor inesperado en medio de contrastes.