7

8 0 0
                                    

—¿Qué tiene de entretenido fumar?—pregunte mientras me apoyaba en una pared.

—Nada realmente, pero a ellos les llega a calmar un poco la ansiedad o simplemente ya están muy acostumbrados a furmar—me respondió Emma mientras se ponía a mi lado.

Mire a los chicos mientras seguian fumando, me daba curiosidad como sería fumar y antes de hablar escuché la voz de Manjiro cerca de mi oído.

—Ni lo pienses muñeca, tienes muy buenos pulmones como para arruinarlos en una tontería así—se alejo de mi y dio una calada al cigarrillo que tenía en la mano.

—Mickey Mouse tiene razon—escuche la voz de Takemichi antes de darle una calada al cigarrillo que el tenía.

—¿Ves?—hablo Emma rodeando mis hombros con uno de sus brazos—Hazle caso al tacos de michi.

Asentí levemente y la vi irse junto a un chico alto con un tatuaje de dragon en la cien, mire a Takemichi quien ya me estaba mirando, me acerque un poco a él.

—¿Estas enojado por lo de la última vez?

—Siempre y cuando hayas entendido lo que dije, no lo estoy.

—Comprendo...—murmure bajando la mirada.

Odiaba sentir una presión en mi pecho al pensar en que el se había llegado a enojar conmigo, salí de mis pensamientos al sentir su mano en mi mejilla.

—Oye, tranquila, supongo que después de todos esos años esa chica se merecía un poco lo que le hiciste... solo un poco.

Asentí mirandolo mientras sentia como acariciaba mi mano, odiaba el olor a cigarro de su mano pero no me molestaba que siguiera acariciándome.

—Odio ese olor—murmure deteniendo su mano antes de que la apartara de mi rostro—pero, con gusto respiro el humo de tus manos.

No entendía porque decía esas palabras, mucho menos porque sentía una calidez en mi pecho mientras las decía.

—Aveces eres muy indecisa, niña—él sonrio mirándome mientras seguia con las caricias por unos segundos antes de apartar su mano.

La voz de Emma me hizo voltear a verla, quedándome en un fuerte shock al instante.

—Te la presento Sou, ella es Hina, mi mejor amiga.

Sus palabras apenas y encajaron en mi mente, con solo verla a unos pasos de mi sentía un fuerte nudo en la garganta.

—No son necesarias las presentaciones Emma—Hablo mientras me miraba con una gentil sonrisa—ya nos conocemos desde hace algunos años.

Su voz era dulce, pero su mirada me hacia sentir como si ella fuese un tigre y yo la presa, sentía sus ojos inspeccionar mi cuerpo a detalle, realmente me sentí incomoda como nunca antes y solo deseaba salir corriendo del lugar. No pude decir nada mientras ella seguía mirándome antes de volver a hablarme.

—Cambiaste mucho, si no fuere por esos rizos azules te aseguro que no te hubiera reconocido.

—¿Cambiado?—pregunto Emma mirándonos a ambas con curiosidad.

—Si—le respondió Hina mientras acomodaba sus mechones rebeldes—He de admitir que siempre tuviste buenos pechos, solo que ahora se notan más con esa cintura de modelo que tienes, ¿has hecho alguna dieta quizás?

No pude responder a todo lo que decía, solo agradecía que estuviera haciéndose de noche y podio camuflar mi cuerpo tembloroso con el frío viento, mi mirada recorría su rostro, estaba impactada de cómo después de esos años de tranquilidad ella me causaba tanto odio y miedo.

𝐵𝐸𝐴𝑇 𝐼𝑇!! 𝓑𝓮𝓪𝓽 𝓜𝓮...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora