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—No te duermas tan tarde.

—Esta bien.

Hable con simpleza mientras salía del auto y veía a mi hermano mayor marcharse a su trabajo, era común que el me llevara a la escuela, pero supongo que era su forma de pasar unos minutos conmigo después de días sin regresar a casa y dormir en su oficina.

—¡Hola!—Saludo alegre Emma mientras me abrazaba—¿Qué tal tu fin de semana?

—Solitario, como siempre.

—Vaya, ¿no te aburre estar siempre sola?

—No realmente, con los años te acostumbras.

Mientras caminábamos note a una chica con gasas en la cara, Takemichi tenía razón, cuando la golpee no pensé en como reaccionarian sus seres queridos, lo único bueno es que al verme ella desvio la mirada y se fue sin más. Tal vez había funcionado un poco aquellos golpes, tal vez ahora podría vivir una vida tranquila.

—Oye Sou, ¿estas libre en la noche?

—Depende, ¿por qué preguntas?

—La novia de uno de los chicos de la pandilla hará una fiesta, ¿no quieres venir?

—¿Por qué debería ir?

—Habrán muchos dulces en la fiesta.

No basto otra palabra para que la volteara a mirar mientras asentía.

—Aunque—hablo llamando mi atención—¿Tú hermano te dejará ir?

Cierto, había olvidado ese pequeño detalle, Nahoya nunca me dejaría ir a una fiesta, mucho menos si él no conoce a nadie de los que van, aunque él siempre estaba más centrado en su trabajo y no era escribir, llamar o preguntarme por mi vida cuando estaba en casa.

—No te preocupes—hable mientras dejábamos nuestras mochilas en nuestros asientos—él me dejara siempre y cuando me recogan y me dejen en mi casa.

Sabía que me arriesgaba a un posible regaño, pero era mejor si me aseguraba de tener compañía en el camino.

—Ya veo—murmuró mirándose a un espejo de mano mientras se retocaba el maquillaje—Entonces mi hermano y yo pasaremos a buscarte a las 10.

—Muy bien.

Romper mi aburrida rutina ya se había hecho costumbre desde que Emma llegó a mi vida, mientras las clases pasaban con tranquilidad de vez en cuando pensaba en lo que pasaría si Tachibana estuviera allí de casualidad, ella conocía de más tiempo a todos los de la pandilla, sería normal que ella estuviera invitada.

—Oye, Sou—Emma susurro cerca de mi oído causando un leve escalofrío en mi cuerpo.

¿Acaso los Sano tenían esa costumbre de susurrar cerca de mi oído? Aunque ahora que recuerdo, Takemichi también lo hizo una vez, sali de mis pensamientos y la mire con una sonrisa.

—¿Qué sucede?—susurre de vuelta, estar en medio de clases no era muy bueno para hablar a un tono normal.

—¿Ya sabes que te pondrás para la fiesta?

En ese momento me quedé en un leve shock y solté el lápiz que tenía en la mano, había olvidado esa parte, por la mirada que tenía Emma era fácil suponer que la ropa era algo importante.

—No realmente, supongo que un Jean de mezclilla y una camisa negra—fue lo primero en lo que pude pensar.

Mi armario no estaba muy a la moda y picas eran las cosas que se podrían ver "normales" en una fiesta.

𝐵𝐸𝐴𝑇 𝐼𝑇!! 𝓑𝓮𝓪𝓽 𝓜𝓮...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora