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Capítulo 434: Es un placer servirte.

Los otros artistas se quejaron con el dueño de la tienda.

- ¿Por qué no cuidas de tus propios trabajadores? ¿Cuán bajos son sus estándares? –

- No se le puede culpar, puedo ver que ya parece bastante mayor y debe haber estado trabajando aquí durante muchos años, ¡pero todavía es un trabajador humilde! -

- Seguro que tiene mala vista. Su forma de manejar las cosas es tan terrible. ¿Por qué todavía lo retienes aquí? –

Al escuchar su conversación, el rostro regordete del dueño de la tienda se puso rojo, e hizo todo lo posible por mantener una sonrisa.

- Ah, señoritas bonitas, olvidémonos de ellos allí. Ya no nos afectan, echen un vistazo a nuestro alrededor, no dejes que tu estado de ánimo se vea afectado. -

Por otro lado, Ning Xi se dio cuenta de que la actitud de este trabajador era profesional, por lo que dejó de pensar en ir a otra tienda.

- Pronto será el cumpleaños número setenta de mi abuelo, estoy pensando en regalarle un brazalete de cuentas de jade. –

El hombre de mediana edad tomó con confianza un brazalete.

- Señorita, ¿qué piensa de esto? Este brazalete está hecho de jade esmeralda redondo cristalino. Todos están hechos del mismo mineral, los colores... -

Ning Xi pasó los dedos por las cuentas y sus ojos brillaron.

- En realidad, no entiendo lo que acabas de decir, pero también me gusta este. He estado mirando alrededor desde hace un momento, pero ninguno de ellos me llamaba la atención ni me daban ganas de comprarlo. –

El hombre sonrió satisfecho.

- Significa que tienes una afinidad con este brazalete, lo cual es realmente raro. ¡Ten la seguridad de que la calidad de este brazalete está garantizada! –

Ning Xi tocó el brazalete.

- Realmente me gusta este, pero ¿cuánto cuesta? Mi presupuesto es de alrededor de ciento cincuenta mil dólares. Si es más alto que eso, entonces miraré otra cosa. -

- ¿Qué? ¡Una coincidencia! Esta pulsera cuesta exactamente ciento cincuenta mil dólares. –

- ¿Exactamente ciento cincuenta mil dólares? –

El corazón de Ning Xi saltó de alegría.

Él asintió con la cabeza.

- Además, estamos haciendo una promoción, así que hay otro veinte por ciento de descuento. –

Ning Xi estaba extasiada porque le preocupaba que todo su dinero fuera al jade y no le quedara nada. Ahora, con el veinte por ciento de descuento, le quedaría un poco de dinero.

Ning Xi asintió con entusiasmo.

- ¡Dame este! -

La ansiedad desapareció del rostro del hombre.

- Está bien, lo empacaré para ti ahora mismo. –

- ¡OK gracias! –

- De nada, es un placer servirle. –

Él personalmente procesó su pago, emitió su recibo y empacó el brazalete para ella. Luego, se lo entregó y se inclinó con gracia.

- ¡Por favor, vuelve! –

El propietario del Tesoro de Jade permaneció en silencio todo el tiempo, sus ojos muy abiertos mirando increíblemente el brazalete que Ning Xi acababa de comprar con menos de ciento cincuenta mil dólares.

Después de que Ning Xi se fue, el grupo de Su Yimo todavía estaba allí.

Al ver que Ning Xi se había ido, Liang Biqin todavía estaba infeliz y arremetió contra el hombre de mediana edad.

- ¡Oye, tú! ¡Estoy hablando de ti! ¿Qué te pasa? Tu jefe ya dijo que ustedes no están vendiendo estos adornos de jade baratos. ¿Qué te hace pensar que puedes tomar decisiones por tu cuenta? -