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Capítulo 416: ¿Y si no puedo evitarlo?

Era como si Lu Tingxiao acabara de pronunciar una frase muy común, ya que su expresión se mantuvo tan estoica como de costumbre cuando abrió un navegador.

- Descarga el juego. –

- Oh, oh... Ahora mismo. –

Ning Xi rápidamente tomó el control del mouse.

Sin embargo, la mano de Lu Tingxiao aún no se había movido, por lo que accidentalmente tomó su mano en su lugar, luego la soltó rápidamente de nuevo.

- Lo siento, lo siento, lo siento. –

Se enderezó para disculparse cuando su cabeza se hundió en el pecho de Lu Tingxiao... Ning Xi se quedó sin palabras.

Lu Tingxiao le tocó la cabeza, luego, como si notara su angustia, dijo gentilmente.

- No te molestaré más. Iré a ver la cocina de abajo, solo llámame si tienes algún problema. –

Ning Xi asintió excesivamente.

- ¡Está bien, está bien! –

Cuando vio que el diablo se había ido y cerró la puerta detrás de él, Ning Xi finalmente pudo dar un suspiro de alivio mientras se cubría la cara y se ponía sobre el escritorio...

Lu Tingxiao... Si vuelves a hacer eso... No podré ayudarme a mí mismo y podría tropezar, ¿de acuerdo?

Pasó un tiempo antes de que Ning Xi pudiera recuperarse, fue al sitio web del juego y comenzó a descargarlo. La velocidad de Internet fue rápida como siempre, por lo que solo tomó 10 minutos para que el juego terminara de descargarse. Ingresó la contraseña de su cuenta e inició sesión en el juego. Hojeó su lista de amigos y vio que Jiang Muye ya estaba en línea, casi inmediatamente después de conectarse, Jiang Muye la llamó para invitarla a un juego. Ning Xi respondió para conectarse.

- ¿Llegas tan temprano? –

Jiang Muye se burló del otro.

- ¿Crees que soy como tú? –

Cuando terminó, ella preguntó con sospecha.

- ¿También tienes que regañarme cuando estoy a la defensiva? ¡Rápido, forma un equipo! ¡Calentamos con dos juegos! -

- ¡Está bien! ¡Vamos a hacerlo! –

Jiang Muye inmediatamente se puso enérgico cuando escuchó que el juego estaba a punto de comenzar, olvidándose de todo lo demás.

La tragedia golpeó justo cuando empezaron a tocar.

Los gritos de Jiang Muye se podían escuchar en voz alta desde el otro extremo.

- ¡Ning Xi! ¡Vamos! ¿Por qué te estás desconectando? ¡Pfft! ¡Pfft! No te vayas, hay una emboscada ¡estás muerta! Ning Xiao Xi! ¿Olvidaste comer tu medicina hoy? –

- ¡Bastardo! ¡Eres tú quien olvidó comer tu medicina! Tu reacción es tan lenta, ¿no podrías advertirme antes? Eres un espadachín, ¡cómo pudiste regañarme cuando no pudiste proteger bien a la enfermera! –

Aunque Ning Xi era culpable, Jiang Muye estaba tan enojado.

- Pfft... ¡eres realmente bueno torciendo los hechos! Ning Xiao Xi, ¿eres consciente de lo que estás haciendo? ¿No estás en forma hoy? -

Cuando escuchó a Jiang Muye señalar su condición, Ning Xi tartamudeó.

- Yo... -

Con los numerosos trucos del diablo que se vienen uno tras otro hoy, su nivel actual de concentración en el juego ya se consideraba normal.

Ning Xi apretó los dientes.

- ¡Habla menos tonterías! ¡Vamos de nuevo! -

El segundo juego comenzó y aun así, murieron horrendamente. La partida fue tan terrible que incluso Ning Xi estaba enojada ahora, y comenzó a pelear con Jiang Muye.

- Jiang Muye, ¿te mordió un perro? ¿Por qué corriste al frente? ¿Querías morir? ¡Incluso si yo fuera la reencarnación de Hua Tuo, no podría salvarte! ¡Ya no quiero jugar a la enfermera, quiero pasar a ser espadachín! –

- ¡Maldita sea, esta fue la solicitud de la compañía de juegos y no la mía! Además, el problema no es qué personaje usamos. Aunque eres más hábil con el tipo de personajes atacantes, no hay forma de que interpretes tan mal a la enfermera. Dime honestamente, ¿qué está pasando? –

Cuanto más pensaba Jiang Muye en ello, más sentía que algo no estaba bien.

- ¡Rubia, deja de darme excusas! Claramente, fuiste tú quien está arruinando las cosas y sin embargo me culpas. –

No había forma de que Ning Xi admitiera que estaba fuera de forma porque no había jugado en mucho tiempo. Estaba decidida a culpar a Jiang Muye.

Jiang Muye en el otro extremo estaba tan enojado que casi vomitó sangre.

Ning Xi estaba regañando a Jiang Muye cuando ella miró hacia arriba y vio que Lu Tingxiao estaba apoyado contra el marco de la puerta y la miraba. No estaba segura de cuánto tiempo había estado allí.