El gran príncipe de los insectos me obligo a casarme con él (ZERG)

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Reiterando que solo iba a conocer un poco a sus compañeros, Chu Anyan casi jura de lo desesperado que estaba. Finalmente, gracias a su insistencia, salió de la habitación, soportando la intensa mirada de Ji Huanxi.

Al estar en la puerta, hizo una sonrisa forzada hacia Ji Huanxi y se dio una palmadita en el pecho, asegurándole que debía confiar en él: "Cuando terminemos, te avisamos al instante, ¡prometido que no nos quedaremos ni un minuto más!"

Cuando arrancó la nave, Chu Anyan soltó un suspiro de alivio. Si Ji Huanxi hubiera insistido en que no podía ir, era muy probable que realmente hubiera dejado plantados a esos tipos, total, siempre hay otras oportunidades. Sin embargo, ahora parecía que Ji Huanxi no iba a restringir su libertad. Aunque se notaba un poco molesto, ya no era tan cauteloso como antes.

Las calles estaban llenas de tiendas, con la luz del sol brillando sobre los negocios de ladrillo rojo y tejados verdes. Los árboles alineados en las aceras proyectaban sombras que jugaban con los parterres de flores. En la amplia calle, varios vehículos de diferentes estilos pasaban de un lado a otro.

Al frente estaba el lugar de Wiro, el club de nobles de diamante azul, un nombre simple y directo. Desde afuera, sin duda, merecía esa etiqueta de ricos. Aún a distancia, Chu Anyan vio a Wan Raochu y a Jin Sang. ¿No decía que no vendría? No se puede confiar en ese tipo, pensó Chu Anyan mientras fruncía los labios, se tenía que asegurar de que no le fuera a suceder nada a ese tonto.

Después de aparcar su nave, Chu Anyan se dirigió directamente hacia ellos. Wan Raochu y Jin Sang, que recién estaban picándose, al verlo se callaron de inmediato. En realidad, fue Jin Sang quien se quedó callado por su cuenta, mientras Wan Raochu no perdía la ocasión de burlarse.

"Hay un cierto tipo de insecto que no dice ni una verdad, y aun así dice que no vendría, ¡y llegó antes que nosotros!" Wan Raochu le dio un suave golpe en el hombro a Jin Sang, "¿Aún esperando afuera a que lleguemos? ¿Planeas disculparte con la muerte o qué?"

"No lo hice," respondió Jin Sang con poca confianza, levantando la mirada para echar un vistazo a Chu Anyan.

Chu Anyan empezó a caminar, levantando la barbilla para que ellos lo siguieran: "Venga, no dijimos que nos reuniríamos a las cinco, ¿qué hacen aquí parados?"

El primero en reaccionar fue Jin Sang, que empezó a seguir de cerca a Chu Anyan. Wan Raochu, que se quedó atrás, miró sus espaldas y abrió la boca para decir algo, pero finalmente se lo tragó.

En realidad, a él tampoco le agradaba que Jin Sang hubiera venido. Su preocupación era diferente a la de Chu Anyan; él había regresado el día anterior al centro de protección de insectos y había revisado el informe de Jin Sang. Aunque no estaban todos los resultados aún, ya se confirmó que su nivel tras el segundo despertar era A o superior. Un nivel así en la capital no había muchos, lo que significaba que había muchas fuerzas interesadas en Jin Sang.

Detrás de ellos, sus familias tenían que considerar muchas cosas. Aunque era un insecto precioso, los nobles no tenían derecho a elegir una reina sin afectar sus propios intereses. Esa era una de las razones por las que él y Antico, a pesar de ser de clase A, aún no se habían casado con ninguna mujer. Pero Hailier, siendo también un noble de alto rango, seguramente protegería a Jin Sang.

Enfocado en sus preocupaciones, Wan Raochu decidió dejarlo pasar y salió corriendo tras ellos.

Siguiendo a Chu Anyan, Jin Sang de vez en cuando le echaba una mirada. Chu Anyan, que no era ciego, no se hizo el desentendido y le devolvió la mirada: "¿Qué pasa, tienes algo que decir?"

"¿No te enojas?" Hasta Jin Sang se preguntaba por qué se sentía tan culpable frente a Chu Anyan.

"¿Enojarme por qué?" Chu Anyan respondió.