capítulo 12

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Capítulo 12: los piratas

Daniel estaba sumido en un sueño profundo, atrapado en un torbellino de imágenes inquietantes. A medida que su mente navegaba por este oscuro laberinto, unas visiones se apoderaban de su mente.

La primera visión lo llevó a un campo de batalla donde Alone, en su nueva transformación, con su cuerpo mayormente azul y sus piernas moradas, luchaba ferozmente contra el Titiritero. Alone se movía con una fuerza imparable, sus golpes poderosos hacían temblar el suelo y el Titiritero, a pesar de su habilidad para manipular mentes y recuerdos, estaba siendo superado. Cada ataque de Alone se volvía más preciso y devastador, como si finalmente hubiera encontrado la clave para derrotar a su enemigo. Daniel podía sentir la determinación en los ojos de Alone, quien parecía estar ganando la batalla, una batalla que se tornaba cada vez más emocionante.

De repente, la visión cambió, y Daniel se encontró viendo otro enfrentamiento. Esta vez, Arlon estaba transformado, pero no era su forma habitual. Todo su cuerpo era de un color morado oscuro, excepto sus piernas, que eran negras como la noche. Frente a él, Alone, en su primera transformación, con su cuerpo completamente negro y las piernas de un azul intenso, estaba en una feroz pelea con su compañero. Ambos luchaban con una furia inigualable, sus poderes chocando con tal intensidad que el terreno a su alrededor se desmoronaba bajo sus pies.

La batalla entre Alone y Arlon parecía estar en empate. Cada golpe que Alone lanzaba era contrarrestado por uno igual de poderoso de Arlon. Sin embargo, Daniel notó algo en los ojos de Arlon: un brillo rojo, intenso y malévolo, que lo hizo estremecerse. En ese momento, una idea aterradora cruzó su mente: ¿Podría Arlon estar bajo el control del Titiritero? La posibilidad de que su compañero estuviera siendo manipulado lo llenó de una profunda preocupación.

La visión cambió nuevamente, llevándolo a otro escenario extraño y desconcertante. Ahora estaban en un barco, navegando en un mar oscuro y denso, que no debería haber existido dentro de la fábrica. Alone, Arlon, Iris y los demás estaban todos a bordo, mirando hacia el horizonte con expresiones sombrías.

Algo no estaba bien, y Daniel lo sabía. A lo lejos, vio figuras que se movían en la niebla, y cuando se acercaron, pudo ver que eran payasos piratas, grotescas figuras con trajes de pirata y sonrisas macabras, sus ojos brillando con una locura peligrosa.

Finalmente, la última visión fue la más perturbadora. Daniel vio el suelo cubierto de sangre, un charco oscuro y profundo que parecía no tener fin. No podía ver de dónde provenía la sangre, pero el horror de la escena lo dejó paralizado. Sintió que esa sangre tenía un significado profundo, algo que conectaba con los eventos que ya habían sucedido y los que estaban por venir.

Despertó de golpe, jadeando y cubierto de sudor. Sus ojos se abrieron de par en par mientras intentaba procesar lo que acababa de ver. Su respiración era rápida, y su corazón latía con fuerza en su pecho. Miró a su alrededor, tratando de recordar dónde estaba y diferenciar la realidad de las visiones inquietantes.

El resto del grupo lo miró con preocupación. Alone, que estaba más cerca, fue el primero en notar que Daniel había tenido un mal sueño.

—¿Estás bien, Daniel? —preguntó Alone, dijo preocupado.

Daniel se sentó en la cama, tratando de calmarse. Sus manos temblaban ligeramente mientras se pasaba los dedos por el cabello, empapado de sudor.

—No lo sé... —respondió Daniel, con voz temblorosa—. Tuve varias visiones. Eran como sueños, pero tan reales... Tan perturbadoras...

Iris se acercó, sus ojos llenos de empatía y curiosidad.

—¿Qué viste? —preguntó suavemente.

Daniel tragó saliva, intentando poner en palabras lo que había experimentado.

LOS ROBOTSWhere stories live. Discover now