3. Lluvia de Ideas

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El día anocheció y, mientras tanto, en la guarida de Mojo, los RRB se encontraban aburridos viendo televisión, mientras comían unos bocadillos y Brick cambiaba una y otra vez de canal.

– ¡Ya, Brick! – Le reclamó Butch – Si no encuentras nada bueno que mirar, al menos deja de cambiar tan rápido los canales.

– Escoge el canal menos aburrido y déjalo ahí – Le sugirió Boomer.

– Está bien... – Aceptó Brick de mala gana.

Mientras tanto, en la cocina, Mojo Jojo se encontraba preparando la cena mientras monologaba lo feliz que estaba por tener a sus hijos de regreso y pensando en un plan para afrontar a ÉL por las cosas que le dijeron.

Brick procede a detenerse en un canal infantil que les llamó la atención a los tres.

– ¿¡Cómo están, amiguitos!? ¡Soy yo, Barnie! La serpiente marina que canta – Exclamó un personaje infantil que usaba una diadema de orejas de conejo – ¿Alguno de ustedes sabe qué soy?

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– ¿¡Cómo están, amiguitos!? ¡Soy yo, Barnie! La serpiente marina que canta – Exclamó un personaje infantil que usaba una diadema de orejas de conejo – ¿Alguno de ustedes sabe qué soy?

– Dos parafílicos disfrazados de una serpiente playboy – Respondió Brick con atrevimiento.

Butch y Boomer empiezan a reírse a carcajadas.

– ¡Sí, soy un conejito! – Continuó el personaje con su guión en el programa. – ¿Por qué no cantamos la canción de los conejitos?

Una musiquita infantil comienza a sonar de fondo mientras el personaje menea la cabeza, siendo imitado por unos relajados RRB.

Mientras tanto Mojo Jojo, logró escuchar el sonido desde la cocina y le sonó familiar, pero ya no recordaba de dónde.

– Que extraño, un deja vu – Dijo Mojo Jojo mientras meneaba la cabeza, dejándose llevar por dicho sonido relajante.

Mientras tanto, en el programa que veían los RRB...

Si yo fuera un conejito... ¡Saltaría! ¡Saltaría! ¡Saltaría! – Empezó a cantar desafinado el personaje – ¡Saltaría! ¡Saltaría! ¡Saltaría!

Los RRB se dejaron llevar por el mal ritmo de la canción y empezaron a saltar bruscamente cada vez que escuchaban "saltaría", mientras producían temblores en el piso. El sismo llegó hasta la cocina y les dio vuelta a todos los ingredientes de la cena que Mojo estaba preparando.

– ¡Ay, no! ¡Ese maldito programa, no! – Dijo Mojo nervioso – Menos mal que mis chicos no son como esas mocosas superpoderosas, no los impresionará demasiado – Se dijo a sí mismo para su consuelo.

Mientras tanto, en el programa que veían los RRB...

Si yo fuera un rinoceronte... ¡Bam! ¡Bam! ¡Bam! – Cantó el personaje mientras los RRB pisaban violentamente el piso, generando más temblores. – ¡Bam! ¡Bam! ¡Bam!

Entre El Bien y El MalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora