10. Equipos de Trabajo

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Más tarde, Burbuja y Bellota ya habían llegado a su casa, pero media hora después Bombón también estaba de regreso, específicamente en su habitación.

– ¿Dónde estabas, Bombón? – Le reclamó Bellota – Se supone que habías salido de la escuela más temprano que nosotras por tu buena calificación.

– Sí – Dijo Burbuja suplicante – Necesitamos que nos ayudes con la tarea extra que nos dejó el Sr. Phillips para levantar la nuestra, está algo extensa y es grupal.

En ese instante Robin saludó a Bombón amistosamente.

– Amiga, en verdad te envidio – Le dijo Robin con admiración – Como me gustaría tener esa memoria fotográfica que tienes y tu interés por los libros también.

– Gracias – Le agradeció Bombón con halago – Descuiden, las ayudaré en lo que pueda, pero ustedes también tienen que dar de su parte, yo sólo las voy a orientar.

– Hola, compañera Bombón – La saludó Marilyn alegremente también.

– Hola, Marilyn – Le respondió la pelirroja sorprendida por la nueva visita – Espera, ¿Tú también?

– Je je je, sí – Dijo nerviosa – Estoy en el grupo con ellas y tus hermanas me invitaron a venir. Espero que no te moleste.

– No, para nada – Le dijo Bombón simpáticamente – Bienvenida a la residencia Utonio.

– Sé que soy algo marginada porque siempre vivo en mi propio mundo haciendo mis cosas alocadas, pero espero llegar a ser tan buena amiga de ustedes como lo es Robin, sólo ténganme paciencia. – Dijo emocionada – Es un verdadero honor convivir más de cerca con las grandiosas heroínas de Saltadilla.

– No te preocupes – La animó Burbuja – Más allá de nuestro trabajo de súper heroínas, tenemos una vida normal y somos accesibles como cualquier chica normal.

– Así es – Le dijo Bellota – No nos mires como celebridades inalcanzables que debas impresionar, sólo sé tú misma sin cometer crímenes y todo estará bien entre nosotras ¿Verdad, Robin? – Le preguntó a ella para cederle la palabra.

– Por supuesto – Dijo Robin – A veces luchar contra el crimen les quita mucho tiempo y no siempre pueden cumplir con nuestros planes para divertirnos, pero ya son los gajes de su oficio, así que no te sientas mal, ni te dejes manipular por Princesa si quiere aprovecharse de eso para ponerte en su contra, en caso de que no llegaran. Las PPG son bien buena onda y siempre habrá otra ocasión. Te lo digo por experiencia.

– ¿De verdad la compañera Morebucks hizo eso? – Preguntó Marilyn sorprendida – Wow, ella si es una cajita de sorpresas. Más que cajita, es la caja de Pandora.

Marilyn procede a sacar su tablet y agregar ese dato en el perfil que tenía sobre Princesa en su catálogo de compañeros de clase.

– ¿Qué es eso? – Le pregunta Bombón.

– Es una tablet – Le respondió – Sé que son muy caras y que no cualquiera puede comprarlas, pero no la saqué para presumir, lo prometo.

– No, no – Le dijo Bombón – Quise decir que por qué tienes información sobre Princesa en tu tablet.

– No solo de ella, sino de todos nuestros compañeros de clase, incluyendo a todas ustedes.

Las PPG y Robin miran raro a Marilyn sin entender el motivo de eso.

– Verán, yo tengo pésima memoria para recordar nombres y esta es mi manera de ir almacenando todo lo que voy conociendo de las personas, cualquier cosa, pero si son secretas, obvio no soy tan ruin como para divulgarlas públicamente, pero sí lo suficientemente astuta para venderla o negociarla confidencialmente a personas que necesitan desmentir o exponer un engaño, una difamación, la hipocresía o, incluso, para aclarar malos entendidos.

Entre El Bien y El MalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora