- ¡Niñas! - Llamó el Profesor desde la entrada de la habitación de las PPG para entrar con una bandeja con un gran plato de galletas con chispas de chocolate y cinco vasos de leche tibia - ¡Miren lo que les traje!
Bombón se le acercó para recibir la bandeja y ponerla sobre una mesita baja rosada que tenían pegada a la pared.
- Muchas gracias, Profesor - Le agradecieron las PPG y Robin.
Marilyn, como era nueva en el grupo, todavía tenía timidez, pero se puso rápidamente de pie para saludar al Profesor con una reverencia cuando se dio cuenta que se trataba de un científico, algo que Burbuja notó y decidió presentarla formalmente.
- Profesor ¿Ya conoció a nuestra nueva amiga? Es compañera de nuestra clase y su nombre es Marilyn.
- Hola - Lo saludó ella, aún sin quitar esa sonrisa nerviosa.
- Hola, Marilyn, mucho gusto. Yo soy el Profesor y también el padre de las PPG - Le correspondió el saludo con simpatía.
- Así es - Le dijo Burbuja a Marilyn - No sé si ya lo sabías, pero él nos creó accidentalmente en su laboratorio.
- Ay... ¿Qué puedo decir?
- No se preocupe, Profesor...
El Profesor se sintió raro en ese momento, casi esperaba incómodo a que Marilyn le dijera que también fue un "accidente", como lo hizo Robin hace un año, pero no fue así.
- ...Muchos descubrimientos e inventos científicos ocurrieron por accidente y tuvieron mucho éxito, y las PPG no son la excepción. Felicitaciones por su logro, Profesor.
- Aww... Muchas gracias - Respondió el Profesor halagado.
El Profesor y Bombón pudieron notar que ella era bastante culta para su edad, probablemente por las costumbres que suelen tener las familias asiáticas. Aunque Bombón se había dado cuenta primero desde que la vió dejar sus zapatos cerca de la puerta de la entrada de su casa, lo cual fue una demostración de respeto y limpieza, lo sabía porque había aprendido mucho de la cultura China con todo el chino avanzado que había estudiado durante mucho tiempo.
- Oye, con ese conocimiento que tienes ¿Cómo es que no saliste bien en tu examen? - Le preguntó Bellota a Marilyn confundida.
- Es que soy muy distraída - Dijo con una sonrisa mientras se frotaba la nuca - Me cuesta concentrarme.
- Supongo que eres de esas personas que son inteligentes, pero no muy dedicadas en sus estudios - Opinó Robin con ojitos de cachorro triste - Me he enterado de casos así y siento mucha envidia de eso que tienen, a lo que le llaman "memoria fotográfica".
- Por cierto - Dijo el Profesor cambiando de tema - Los padres de Robin y Marilyn me llamaron por teléfono para pedirme de favor de que pasen aquí la noche por la tormenta de nieve que hay allá afuera, lo cual acepté, obviamente.
- ¡Qué bien! - Exclamó Burbuja emocionada - ¡Tendremos nuestra primera pijamada!
- Sí - Dijo Bombón con una sonrisa - Lástima que las condiciones climáticas no sean las mejores, pero igual nos divertiremos.
Todos los presentes se ríen de felicidad.
Mientras tanto, en el observatorio de Mojo Jojo, específicamente en la habitación de los RRB...
Los RRB y Mike estaban sentados a la orilla frontal de la cama mientras miraban expectantes a Mitch, mientras les contaba una anécdota.
- ... Y entonces ahí estaba yo y el hámster Dientes jugando con mis juguetes, como cuando lo coloqué sobre mi carrito a control remoto, o cuando quise colocarle cargadores eléctricos de motor para ver cómo reaccionaba, pero esto último no lo logré porque las PPG intervinieron y después me tuvieron vigilado, pero en unas horas me valió madres y até a Dientes a un cohete que accidentalmente se fue a mi inodoro, pero mi instinto sádico me conllevó a jalar la palanca y "adiós, Dientes, que la fuerza te acompañe". Las PPG salieron al instante y casi me dan la paliza de mi vida, pero luego ese roedor aparece como un mutante gigante y empezó a perseguirme, las chicas me salvan el trasero, pero luego casi me avientan al hocico de esa madre; después, no sé de dónde sacaron las chicas una rueda de correr gigante, pero me pusieron a correr mientras me volvía a perseguir el hámster. Fin.
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Entre El Bien y El Mal
Hayran KurguLa niñez es un refugio donde todo parece claro; sabemos lo que queremos, o al menos eso creemos. Sin embargo, al crecer, esas certezas se desvanecen y la vida adquiere matices que nunca imaginamos. Los chicos cocosos fueron creados con un solo propó...