Cada mañana despertaba con mas ojeras que el día anterior. Tomaba su taza preferida y se preparaba café. Esa era la única droga que conocía y era completamente adicta. Repetía ese proceso todos los dias del año hasta que conoció a otro adicto al cafe, en ese momento él fue su nueva droga. Pasaba el tiempo y ella poco a poco abandono el café de por las mañanas ya que no podia ser adicta a la vez a dos drogas. Cuando se dio cuenta ya su droga no estaba, se habia ido en busca de una droga que lo convirtiera en un drogadicto. Finalmente, ella entre lloros y sollozos volvio con su querido café.