Confesiónes:

30 3 0
                                    

Para el chico de pelo negro:
  Aún conservo esa camiseta que me prestaste.
Para el hermano que me prometió un siempre:
   Aún quiero montarme en la parte de atrás de tu bici e ir por toda la ciudad.
Para el tío que nunca llegue a conocer:
   Aún espero conocerte.
Para el primer amor:
   Aún espero esa boda contigo con aquel vestido de pedrería que escogiste y luego el resto de la vida junto a ti.
Para el chico de gafas:
    Aún espero saber si te arrepientes o no.
Para la amiga de piel tostada:
    Aún espero que te hallas dado cuenta de porque me alejé.
Para la hermana con la que compartí todo:
    Aún espero algún día vivir contigo.
Para la amiga que me escuchó aun estando llorando:
    Aún espero seguir teniendo te.
Para el chico de ojos azules:
   Aún espero tu primer paso.
Para mis padres:
   Aún espero que me podáis perdonar...
Para los demonios de mi cabeza:
   Aún espero que esa bala que me prometisteis atraviese mi cráneo y me lleve a la tumba.

   Después de escribir esto, la joven cogió el revólver que escondía en una caja debajo de su cama, se lo colocó encima de su oreja derecha y apretó el gatillo abriéndose así la puerta al infierno con una sonrisa en sus labios.

Desvaríos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora