¿Qué es lo que dicen sobre los planes bien trazados? Orm no podía recordar, simplemente su plan para el día de Los Patrios había salido disparado por la ventana. No había visto ni hablado con Ling y se suponía que podría pasar el domingo en el parque sin mirar por encima de su hombro, preocupándose acerca de dónde estaba Ling. Pero no.
"Ella dijo que le encantaría venir". dijo Nana. "Y no puedo creer que no la llamaras".
"Lo olvidé". mintió Orm.
"Bueno, ella dijo que había estado muy ocupada. Es por eso que no había venido. Imagina mi sorpresa al encontrarla en el camino". dijo Nana y divagó acerca de encontrarse con Ling en el lago y cómo había logrado ver su boceto, pero Orm sólo fingía escuchar.
Habían pasado cinco días desde que la había visto. Cinco días desde que la había besado. ¡Oh, Señor! No de nuevo. Apenas podía pasar el día sin recordar vívidamente su beso, sin que su cuerpo traidor aún respondiera. Ahora tendría que verla. Tendría que hablar con ella. Conociendo a Nana, también insistiría en que Ling se sentara y comiera con ellas.
"Por cierto, ella preguntó por ti".
Orm levantó la cabeza. "¿Qué le dijiste?"
"Bueno, le dije que estuviste enferma un día, pero que ahora te sentías mejor". explicó Nana y Orm cerró los ojos y gimió en silencio. "También tenemos que invitarla a cenar nuevamente. Está demasiado delgada". dijo Nana. Orm abrió la boca para hablar, para decirle a Nana que no, no quería que Ling cenara con ellas, pero Nana había vuelto a la torta que estaba adornando.
Orm frotó sus sienes y suspiró. Podía superar esto. Sólo un día. Ling no sacaría a relucir el beso, Orm lo sabía. Si ella hubiese querido insistir sobre el tema, habría ido a la tienda en algún momento durante los últimos cinco días. ¿Qué había estado pensando Ling, de todos modos?, ¿Por qué se había mantenido al margen? Bueno, Orm sabía por qué. Ling pensaba que Orm había estado jugando con ella. Ling pensaba que Orm solo tenía curiosidad. Y la había tenido, se dijo a sí misma. ¡Eso era todo! Pero no había estado jugando con ella, o tonteando con ella. Orm nunca haría eso. No era de las que tomaban el pelo. Había estado simplemente... ¿Qué?, ¿Atraída? No, no le gustaba esa palabra. No se sentía atraída por Ling, insistió ella obstinadamente. Simplemente estaba experimentando. ¡Sí, esa era una palabra mucho más segura!
Después de mucha preocupación sobre qué ropa ponerse, Nana estaba lista para irse. Orm simplemente metió su camiseta dentro de sus pantalones cortos y encontró un par de zapatos deportivos.
"A mi edad, los pantalones cortos son un poco casuales". se quejó Nana.
"¡Dios mío, Nana! Es un día de campo. No uses un vestido".
"No me gustaría que la gente hablara". dijo ella y miró el par de pantalones cortos que Orm colocó en su cama.
"Todo el mundo tendrán pantalones cortos. Ahora deja de preocuparte". sugirió Orm. "Y ponte un calzado cómodo, también".
"Oh, Orm. ¿Estás segura?" Orm había rodado sus ojos al techo y asintió con la cabeza. Nana siempre había estado preocupada por lo que pensaran otras personas.
Cargaron en el coche de Nana las dos tortas y el plato de ensalada Yam Khai Dao que habían ofrecido llevar voluntariamente. Orm condujo por la ciudad, ahora llena de coches y se dirigieron al parque.
"Parece que hoy hay un montón de gente en la ciudad". dijo Nana. "Tal vez tendremos una gran cantidad de público este año".
"Bueno, el clima es magnífico". dijo Orm. Y así era. Un cielo despejado y azul y ni siquiera una pizca de brisa. Clima perfecto de verano.
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La luna de Ling
عاطفيةOrm Sethratanapong no estaba preparada para el matrimonio, así que dejó atrás Bangkok y a Jakarin para vivir con su abuela en las montañas de Koh Samui, una isla ubicada en el golfo de Tailandia, con la esperanza de averiguar lo que le faltaba a su...