¡Odio Ser 𝘖𝘮𝘦𝘨𝘢! ★Hyunho★

Capítulo 16

Narra Hyunjin.

7 años atrás...

Récord de mejor asistencia, mayor puntaje en los exámenes, ganador de la olimpiadas de matemáticas, mejor promedio de la escuela.

Mi pequeño yo sonrío ante aquel cartel plagado por mi nombre: Hwang Hyunjin.

Mi madre estaría muy orgullosa de su pequeño genio pues después de todo si mi físico no era algo relevante, mi cerebro podría destacar.

Sentí un empujón, unos compañeros me habían tirado al suelo.

No me sorprendí pues estaba acostumbrado a los maltratos.

—Fijate por dónde vas, cuatro ojos.— Escupió el chico.

Antes de que pudiera recoger mis anteojos, él me pisó la mano. Intenté sacarla, pero él piso más fuerte. Sus amigos reían mientras yo hacía muecas adoloridas.

—¿Qué pasa, maricon? ¿Tienes mucha prisa?— El alfa sonrió y me tomó del cuello.

—Suéltenme.— Suplicó mi yo de diez años y me removí en el aire.

—Eres tan horrible que me das asco._ El chico visualizó mi mejillas regordetas, mis ojos prácticamente se perdían en estás.

Me dejó caer y mi cabeza impactó contra los casilleros.

—No vuelvas a dañar mis pobres ojos.— Gruñó y se fue junto a sus amigos.

Dejé que las lágrimas cayeran, odiaba que me molestaran y odiaba no tener amigos.

Algún día sería el alfa más guapo y deseado, mi cerebro no iba a ser lo único que destacaría.

•°~☆~•°

—Un té te hará sentir mejor.— Le aseguré a Lix al mismo tiempo que le daba una taza.

Él formó una sonrisa.

—Hyunjin, estás exagerando.— Meneó su cabeza y se quitó la manta que había puesto sobre su cuerpo.

Tomé asiento junto a Yongbok en el sofá de la sala, la mirada de los presentes seguía puesta en él.

—Hyunjin, no te acerques tanto.— Mi mamá me advirtió con un teléfono en la mano. Aún intentaba comunicarse con la madre de Tae.

—Mamá, está en celo, no tiene neumonía.

Mi mamá puso sus ojos en blanco y siguió intentando comunicarse.

—Felix, lamentamos mucho lo que hicimos.— Seungmin se aclara la garganta.

—¿Casi abusar de mi?

—Sí, eso.— Changbin agacha la cabeza.

—Está bien, solo deben aprender a controlarse.— Yongbok se encogió de hombros. —Hyunjin es el único que no me quiso follar.

—Yo tampoco quería hacerlo.— Jisung habló por primera vez, aún seguía tallándose los ojos.

Minho no se apartaba de su lado ni un segundo preocupado por el estado de sus ojos.