¡Odio Ser 𝘖𝘮𝘦𝘨𝘢! ★Hyunho★

Capítulo 8

4 años atrás...

Día de San Valentín.

El día en el que te declaras a la persona que te gusta, le das regalos a tu pareja y demas cursilerías.

En mi escuela teníamos la absurda tradición de que los alfas les entreguen cartas a los omegas que les gustaban principalmente dejándolas en su casillero.

Abrí mi casillero y observé dentro, no voy a admitir que realmente esperaba encontrar aunque sea una tarjeta.

Pero no es así.

No hay nada, sólo mis cosas habituales.

Volteó a un lado cuando Yongbok abre su casillero y un montón de cartas, rosas, chocolates y demás obsequios salen disparados.

¿Cómo lograron meter todo eso?

—Vaya, son más que el año pasado.— Finjo una sonrisa.

—Sí, son tan molestos, pero siempre tengo a mi amigo con el que compartir.— Me ofrece un chocolate.

—Siempre a tus órdenes.— Hago una reverencia y él ríe.

Después de comer, quedamos en vernos después de clases e ir al cine a ver la película más mala que encontremos y burlarnos de ella.

Mi día de los enamorados no estaba tan mal, hasta un alfa se acercó tímido hacia mí con uma carta roja en sus manos.

Oh, no, no estoy listo para una declaración. Ni siquiera me peine.

—Minho, perdón por molestarte.— Murmura. —Pero, ¿podrías entregarle esto a tu amigo?

—Oh, claro.— Hago una mueca y tomo la carta. —Es para Yongbok.

El alfa se marcho feliz y yo terminé sintiéndome cómo el omega más feo del universo al no haber recibido nada, sin embargo, un chocolate con mi nombre frente a mis ojos me hizo sonreír.

—Es para ti, no pude meterlo en tu casillero, lo siento.— Jisung formó un puchero y yo lo abracé.

Talvez ni siquiera él sabía lo mucho que significaba para mí ese simple chocolate.

•°~☆~•°☆~•°☆~•°☆~•°☆~•°☆~•°☆~•°☆~•°☆

—¡Ay, mierda, mi espalda!— Me quejo, apenas despierto.

Mis tres amigos duermen juntos a mí en posiciones bastante extrañas, Jisung recuesta su cabeza en los muslos de Seungmin y sus pies en mi cara.

Soy el primero que despertó, después de una noche alocada. Talvez para algunos eso signifique tragos y sexo como conejos, pero para nosotros significa quedarnos hasta la madrugada mirando anime y un poco de porno.

—¡Chicos, despierten!— Le hago cosquillas en la planta de los pies a Jisung y le aprieto el pezón a Seungmin. —Debemos ir a la escuela.

Ambos se levantan con caras caídas y ojos pequeños, sus cabellos revueltos son dignos de una foto.

—¿Alguien vió a Changbin?— Les pregunto.

—¡Estoy aquí!— Nos llama el pelinegro desde el suelo y los tres lo observamos con el ceño fruncido. —Anoche Jisung me empujó con su culo y terminé aquí. Tuve que sobrevivir con una manta toda la noche.

Río y siento la mano de Jisung subir por mis muslos.

¿Nos pusimos cariñositos?

—¿Qué te paso? ¿Te atacó un ejército de mosquitos?— Suelta una carcajada.