Capítulo 9

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Narra Hyunjin

Minho.

Minho.

Minho.

Su nombre es interesante, bueno, todo en él, me resulta así.

Recuerdo cuando me mudé a aquí, no solo era una casa nueva, sino una nueva ciudad para mí, pero lo peor de todo era un nuevo hermano.

Jisung.

No quiero ser grosero o decir alguna majadería, pero es la persona más insufrible e insoportable que mi pobre ser tuvo la dicha de conocer.

Sin embargo, su mejor amigo resultó causarme más conflictos.

Lee Minho me parecía bonito, ¿vale?

Es decir, su apariencia me resultaba atractiva, pero eso daba igual porque él siempre se arrastraba detrás de Jisung como una babosa, lo miraba con ojos de enamorado y a mí me parecía repugnante. Además, parecía que le pagaba por ayudarlo a joderme la vida.

—Hola, Minho, bonito día, ¿no?— Lo había saludado.

—Lo era hasta que llegaste.— Minho me observó con molestia.

—¿Por qué no te metes en la piscina?— Jisung había sugerido.

—Sabes que no sé nadar.

—Exacto.— El alfa río.

Observé a Minho y me puse de pie, ellos eran realmente un par de idiotas sin remedio.

Frutas, yogurt, jugos y chocolates.

Después de haber hecho ejercicio, reviso el refrigerador de arriba abajo, mi mirada perdiéndose en un apetitoso pedazo de pastel sabor fresa que mi madre me había guardado.

Meneo mi cabeza, realmente ella no entiende que los carbohidratos están prohibidos para mí.

Ignoro el pastel y tomo una manzana, la corto por la mitad y le doy mordiscos lentos.

Iba a ser mi único alimento en la mañana así que debía disfrutarlo.

Observó el mesón de la cocina y los recuerdos de anoche viene a mi mente y me hacen sonreír.

Minho disfrutando de mis besos, los gemidos de Minho, el aroma de Minho.

Minho, Minho, Minho.

No puedo sacarlo de mi cabeza.

Era tanta mi exitación, que prácticamente corrí a llamar al primer omega que me contestara. La necesidad de un encuentro sexual me superaba por completo.

No podía seguir así, pero Minho me causaba tantas sensaciones que ya no sabía que hacer.

En ese momento, el omega con el que pase la noche cruzó la puerta de la cocina y depósito un beso en mi mejilla.

—Buenos días, bebé.— Me sonrío.

—Buenos días, Jimin.— Respondí sosteniéndolo de la cintura.

Jimin era un muy buen amigo mío y a pesar de que cuando lo conocí sólo buscaba su amistad, nuestra relación subió de nivel y no sé cómo, terminamos teniendo sexo en una fiesta.

Igualmente seguíamos siendo amigos, no quiero tener ninguna relación, solo disfrutar de sexo sin compromiso.

Después de despedir a Jimin, decidí tomar una ducha y arreglarme para ir al instituto.

Salgo del baño y cuando iba a dejar caer la toalla que me rodeaba, una voz me detiene.

—Oye, respeta mis ojos.

Abro mis ojos y volteó asustado, me encuentro con la figura de mi mejor amigo acostado en mi cama.

—Felix, tú...— Miro hacía todos lados. —¿Tú cómo entraste?— Interrogó.

—Por la puerta, duh.— Dice cómo si fuera obvio. —Cámbiate rápido, Jeongin pasa en cinco minutos por nosotros.

Asentí y no tuve de otra más que regresar a vestirme en el pequeño baño de mi cuarto.

Felix era mi mejor amigo, lo había conocido en un centro comercial durante mis primeros días en la ciudad y tuve mucha suerte, ya que también era becado en el mismo instituto que yo.

Era mi alma gemela y a pesar de que a veces me vuelve loco, no podría vivir sin él.

—Alguien tuvo una noche picante.— Eleva sus cejas viendo algunas prendas de ropa en el suelo. —¿Fue con la rubia del cine?

—No, llamé a Jimin anoche.

—Si que te gusta, ¿no?

Me encongí de hombros, por supuesto que no le quería decir que lo único que deseaba era quitarme las ganas que me había dejado Minho.

Pero no lo haría, jamás admitiría que Minho me atrae, probablemente me dirían que estaba loco por fijarme en alguien con tan poco atractivo. Tanto su físico como su personalidad eran vistos como un asco.

Entonces, ¿por qué a mí si me gustaba? ¿Por qué lo miraba hipnotizado cuando comía en la cafetería? ¿Por qué mi corazón se aceleraba cada vez que venía a casa? ¿Por qué mis manos sudaban cuando me hablaba? ¿Por qué a veces veía sus labios y cuerpo con deseo? Talvez si estaba loco.

Sin embargo, era muy entretenido molestarlo y más al saber que él me deseaba aunque lo negará. Además, podría aprovechar para joderle la vida a Jisung follandome a su mejor amigo intocable.

No entendía porque lo celaba tanto, hasta llegó a amenazarme con golpearme solo si se me ocurría acercarme a él.

Mayor razón para mis deseos de molestarlos.

—Oye, Felix.— Lo llamé cuando bajamos las escaleras. —¿Cómo puedo vengarme de alguien?

—¿De quién hablas?

—Hay un omega que no me gusta, pero quiero joderlo un rato.— Me encogí de hombros.

—Sí quieres vengarte, lo mejor es jugar con su cuerpo.— Se acercó sonriente. —Sí quieres vengarte en serio, lo mejor es jugar con su corazón.

—¿Cómo puedo hacerlo si él me odia?

—Hazle creer que no eres lo que aparentas.— Sugirió intentando abrir la puerta de la entrada.

Eso sonaba bien.

Minho me había besado, si él quería jugar, jugaríamos.

—Hyunjin, no se abre.— Señaló la puerta.

Intenté abrirla y rechine mis dientes.

—¡Jisung!

Ese niñato me las pagaría.

Dedicado a las personitas que están atentas a las actualizaciones, muchas gracias por leer <3

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¡Odio Ser 𝘖𝘮𝘦𝘨𝘢! ★Hyunho★Donde viven las historias. Descúbrelo ahora