Capitulo 1

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10 años atrás

Allí estaba, hermoso y radiante bajo el sol de verano.

Tal vez algunos pensarán que hablo de un niño que me había llamado la atención, pero a los siete años mis ojos solo estaban puestos en el carrito de helados de mi escuela.

Dulce helado de chocolate, después de haber sacado la basura del señor Kim por fin conseguí dinero para tenerlo entre mis pequeñas manos.

—Ups, lo siento— Un alfa más grande me había chocado y el cono cayó antes de siquiera poder haberle dado una mordida.

Lo quede mirando aguantando mis lágrimas.

No me juzguen, era un niño que había sacrificado tanto por el mismo, bueno, sólo mi hira de la siesta.

Todo mi mundo se vino abajo hasta que...

—¿Quieres mi helado?— Una voz más dulce que el helado en el piso logró que levanté mi mirada.

El niño frente a mí era pálido y delgado como una hoja de papel, sus mejillas me recordaban a una ardilla. Jamás ví a alguien tan tierno.

—Tómalo, puedo comprarme muchos más.

—Gracias...

—Jisung, me llamo Jisung.

...

Presente

—Chupame la verga, Jisung.

—Minho hyung, por favor.

Han Jisung.

¿Hay alguna manera de describir a Han Jisung?

Talvez como uno de los alfas más guapos que conozco.

O quizás como uno de los más ricos del instituto.

O simplemente como un idiota que no me deja servir mi almuerzo en paz.

—Jisung, deja de insistir, ya te dije que no iré.— Digo con firmeza al pinchar un filete y colocarlo en mi bandeja.

—Oh, vamos, Minho. Por favor.— Pide mi mejor amigo sin dejar de sacudirme el hombro y arrugando mi saco.

Ruedo los ojos y tomó paso entre los la multitud de estudiantes luchando por conseguir algo que masticar. El aroma a hormonas y carne medianamente cruda invade mi nariz.

Así que así se sienten "Los juegos del hambre".

Jisung pide permiso entre los adolescentes con el fin de poder seguirme como si fuera mi perrito faldero.

Al chico no le cuesta destacar entre los demás pues no es un secreto lo bueno que está. Yo lo sé, los omegas lo saben, hasta mi abuela lo sabe.

Con el cabello castaño más largo de lo usual y rizado, unas perforaciones que lo hacen lucir como un chico malo, imposible que pase desapercibido.

Además tiene el tipo de cuerpo que evidencia horas de ejercicio el cual resalta de manera exquisita cuando utiliza el uniforme escolar.

Ya se me paro, mi omega opina.

¿Oyeron de esa voz interior perteneciente a tu lobo que solo tú puedes escuchar?

Sí, si es genial hasta que la escuchas las veinticuatro horas del día y en lo único que piensa es en follarse a cada alfa que encuentra.

¡Odio Ser 𝘖𝘮𝘦𝘨𝘢! ★Hyunho★Donde viven las historias. Descúbrelo ahora