𝟎𝟕 - 𝐁𝐀𝐃 𝐍𝐈𝐆𝐇𝐓
𝐔𝐍 𝐏𝐄𝐋𝐈𝐑𝐑𝐎𝐉𝐎 𝐌𝐈𝐑𝐀𝐁𝐀 𝐋𝐀𝐒 𝐄𝐒𝐓𝐑𝐄𝐋𝐋𝐀𝐒 𝐐𝐔𝐄 brillaban en la noche. El día sábado había sido un día largo y agotador. Para algunos estudiantes había pasado volando; para otros, había sido interminable.— ¿Ves que bonitas están las estrellas, Kenji?. — Ren dijo, cerrando la ventana.
Se dirigió al ver el bolso abierto que estaba sobre su cama, se había encargado de preparar las cosas que utilizaría Bakugo para cuidar al bebé.
— Bakugo debe estar por llegar. — Ren acunó a Kenji en sus brazos, sintió que tocaban la puerta y se dirigió su mirada al pequeño
— ¡Ya estoy aquí!. — gruñó Bakugo desde el otro lado.
— ¿Ves?, ya llegó. — Ren posicionó al niño a su costado izquierdo, dejando su mano derecha libre para poder abrir la puerta de su habitación.
— Vine a buscar al mocoso. — Bakugo se plantó en la puerta, con una expresión sombría. Kenji miró a Ren con ojos suplicantes.
— Hola Bakugo. —Ren le dedicó una sonrisa ligera— No te preocupes, Kenji se portará muy bien contigo. — Soltó una carcajada.
— ¿Quien dijo que estaba tenso?. —Espetó Bakugo— Mierda, ¿y si este mocoso no para de llorar toda la noche?. — Pensó ya arrepintiéndose.
— Tranquilo, toma. Voy por su bolso. — Ren le entrego el bebé a Bakugo, quien lo sostuvo con más confianza de la esperada.
— ¡Ja!, ya lo tengo dominado. — Orgulloso de su mismo Bakugo se alabó. Él bebé le dio una última mirada a Ren, al parecer Kenji ya se había resignado.
— Ten. —El pelirrojo con cuidado le entrego un bolso no tan pesado— Aquí está todo lo que necesitas. Ya sabes, antes de dormir tienes que observar si su pañal está sucio, y si quieres que se duerma más rápido dale su biberón.
— ¿Estos vienen con manual o algo parecido?. — Bakugo soltó viendo a Ren con aburrimiento.
— Hay alguna guía con instrucciones. —Soltó una pequeña risa— Si tienes algún problema, llámame. deje mi número anotado en la hoja adentro del bolso, por si las dudas igual van algunos datos que escribió la señora Yamamoto, solo llámame si no lo puedes controlar, ¿entendido?.
— ¡No te voy a llamar, yo puedo solo!. — Dijo Bakugo orgulloso pero la cara de Kenji era todo lo contrario.
— Solo cuida bien de él. —Ren se acercó a la mejilla del pequeño para dejar un beso suave en su mejilla— Bien, esta todo listo, se pueden ir.
Ren esperaba que Bakugo se fuera inmediatamente para cerrar su puerta pero en cambio el rubio lo miraba de una manera extraña — ¿Quieres un beso también?. — Dijo Ren queriendo dar algo de risa, pero se arrepintió de inmediato al ver la cara enojada del rubio.
— ¡Muérete!. — Bakugo prácticamente corriendo se alejó de la habitación del más bajo.
— ¡Con cuidado, te puedes caer con el niño!. —Ren cerró la puerta y se apoyó contra ella— Será una larga noche para él. — Murmuró para si mismo.
Bakugo avanzaba pesadamente hacia su habitación, el peso del bebé sobre su pecho una constante. La pequeña mano del niño, húmeda y cálida, se aferraba con fuerza a la tela de su polera, dejando pequeñas arrugas. El sonido de los pasos de Bakugo resonaba ligeramente en el silencio de la casa, interrumpido solamente por el suave arrullo del bebé.
— Vamos mocoso, llegamos. — Bakugo abrió la puerta de su habitación dando a la vista un espacioso lugar y muy bien ordenado.
Se adentró a la habitación y se dirigió inmediatamente a su cama para dejar al pequeño sobre esta.
— Bien. —Dijo Bakugo al ver acomodado a Kenji, las dos personas quedaron en silencio— ¿Y ahora que hago?. —
Los dos quedaron en silencio y de milagro el bebé solo estaba quieto sobre la cama.
Bakugo se sentó igualmente sobre su cama cruzando las piernas en pose de indio. — Oye, ¿tienes hambre?. —El bebé lo miro con unos ojos grandes y redondos. Bakugo suspiró.— ¿Que mierda estoy haciendo?, hablándole a un bebé de dos años, como si me fuera a entender. — Bakugo desvió la mirada del bebé y este inmediatamente empezó a hacer puchero.
— Supongo que vamos a dor-. —Bakugo se fijó que el pequeño estaba dando indicios de querer llorar— ¡Tranquilo, tranquilo!. —
El pequeño siguió sollozando y en unos dos minutos su llanto ya se estaba haciendo oír por toda la habitación.
— !E-Eh!. —Bakugo veía a todos los lados de su habitación desesperado— ¡El bolso!. — El rubio, el cual había dejado el bolso sobre su escritorio lo tomó.
Al abrirlo iba sacando las cosas otra tras otra, vio el biberón que ya venía preparado y tibio.
— El pelirrojo sí que se preocupo. — Ante este pensamiento internamente agradeció al pelirrojo por ese gesto.
Se acercó al niño con el biberón en mano y este al verlo dejó de soñozar un poco — Ven, te voy a dar este biberón y vamos a dormir. — Como Ren le había enseñado, Bakugo tomó al niño entre sus brazos y se lo empezó a dar lentamente, para cuando terminara el ya poder sacar sus eructos.
— Al parecer solo tenías hambre. —Dijo cuando vio que el bebé en unos minutos tenía su biberón ya vacío.— Bien, ahora sí vamos a dormir. — Pero de la nada empezó a salir un mal olor y el rubio enseguida supo que era.
— Mierda. — Bakugo cruzó miradas con el pequeño que lo miraba sin entender nada.
Bakugo agarro su teléfono y se dispuso a abrir Google y poner en el buscador; "Cómo cambiar un pañal".
— Nadie tiene que saber esto. — Murmuró para si mismo mientras buscaba las instrucciones en su teléfono.
Tras ver el video Bakugo hizo lo mejor posible para dejarlo limpio y el pañal bien acomodado para que esté no se aflojara durante la noche.— Ahora sí, a dormir. Porque me estoy cagando del sueño. —Bakugo tomó en sus brazos al bebé y con su mano libre abrió su cama.— Tú a la pared y yo a la orilla, no quiero amanecer con un bebé en el suelo.
Sin rechistar los dos se acostaron y Bakugo apagó la lámpara que tenía al lado suyo. Pero empezó a escuchar sollozos a su lado.
— No, por favor no. — Bakugo susurró con miedo y el bebé empezó a llorar de nuevo.
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¡¿𝗨𝗡 𝗕𝗘𝗕𝗘́?! || 𝗞𝗔𝗧𝗦𝗨𝗞𝗜 𝗕𝗔𝗞𝗨𝗚𝗢 𝘅 𝗠𝗔𝗟𝗘𝗢𝗖
FanfictionLa Clase 1-A recibe una tarea inesperada: cuidar de bebés. Mientras los estudiantes se adaptan a sus nuevos roles, Bakugo y Ren se ven envueltos en una dinámica compleja. ¿Podrá Bakugo controlar su temperamento y conectar con el bebé? ¿Qué pasará co...